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Un estudio conducido en exclusiva por Statista descubrió lo importante que se han vuelto las marcas personales en el mercado de redes sociales.
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La acción de capitalizar la influencia en productos se justifica en la flexibilidad de las marcas personales con que cuentan las marcas en la actualidad.
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Así como Lolita Ayala emprendió un negocio de ropa, Yuya ha extendido su nombre a segmentos como el de maquillaje.
Lolita Ayala emprendió un negocio hace tiempo que consistió en la venta de playeras inspiradas en su marca personal y ahora sabemos que la exconductora ha vuelto a labores periodísticas tras su retiro de TV, por lo que entrevistó a Jamie Lee Curtis, quien se encuentra promocionando la última entrega de Halloween, solo que ahora con el pretexto de dar a conocer esta cinta, la actriz ha terminado promocionando la marca de la exconductora.
El surgimiento de marcas personales que se flexibilizan a productos, ha establecido recursos torales en comunicación de estos como lo hemos visto en emprendimientos interesantes, como lo hizo Martha Debayle, llevando su nombre a segmentos inesperados como el apparel, con una marca de ropa en colaboración con Ivonne; una línea de productos de cuidado personal que llevan su nombre; una línea de lentes y también una marca de medios, que se han convertido en un interesante ecosistema de revistas y menciones en medios tradicionales, dedecomo la radio.
Como parte de estas acciones hemos atestiguado una serie de ejercicios que se han vuelto tremendamente importantes, porque nos ayudan a entender lo que vale en el mercado de marcas personales convertidas en productos.
Por ejemplo, si medimos cuáles son las principales personalidades que se han convertido en marcas de consumo, hay casos demoledores como lo que ocurrió en su momento con Yuya, quien pasó de ser una entrañable youtuber a una firma que se ha estampado en productos de higiene personal y maquillaje, dando con ello ejemplo del alcance que tiene un nombre convertido en producto en la actualidad.
Uno de los consejos de emprendimiento de Yuya y que han trascendido en el mercado por la cantidad de productos que se venden con su nombre, cita: “la clave es hacer todo de corazón. Lo demás ha empezado a surgir poco a poco”.
Estas claves de emprendimiento han dado paso a ejercicios inesperados, como los que en su momento llevoron a cabo marcas como Disney, que de ser el apellido de un carismático empresario se ha voncertido en un de las industrias de mayor valor en el mercado de medios.
De la ocurrencia al valor de marca marca
Una importante acción en valor de marca ocurrió cuando Lolita Ayala tuvo la ocurrencia de que Jamie Lee Curtis posara en plena entrevista con ropa de su marca. La acción en que la actriz terminó retratada se convirtió en un gran caso promocional, donde una marca personal termina involucrándose en el mercado y siguiendo una pauta importante, que es aprovechar las redes sociales para lograr escalar.
Recordemos que la marca de ropa homónima de la famosa conductora fue lanzada en plena contingencia sanitaria, como una acción de emprendimiento con que Ayala diversificó sus ingresos y que en la actualidad se convertido en un espacio de gran influencia en consumo.
Hay un estudio de Statista, conducido en exclusiva a suscriptores de la plataforma, en donde se midió el por qué un consumidor cree en un influencer y la respuesta fue simple y es que un importante porcentaje dijo que lo hacía, porque se sentían identificados con estas personalidades.
Es importante ver los casos de emprendimiento que hemos dado a conocer en este análisis pero más valioso ha sido descubrir la capacidad con que las marcas logran involucrarse ante el consumidor, mediante escenarios de gran valor en el mercado.