Credit Suisse está en el foco de la atención internacional este lunes 3 de octubre. Y no es para menos: las acciones del banco suizo se desplomaron más del 10 por ciento en las operaciones europeas y se habla de colapso e insolvencia.
Además, hay versiones que hablan de llamados durante todo el fin de semana a los principales inversores para que no vendan sus acciones y empeoren la situación de la entidad financiera.
Los CDS, que son los contratos que protegen a los inversores ante la posibilidad de una bancarrota, aumentaron el viernes pasado y siguieron subiendo este lunes, señal de que la cosa no se ve nada bien en el Credit Suisse.
Las llamadas a los inversores son parte de un artículo del Financial Times que explica que a pesar del intento del banco de evitar una espiral vendedora, los resultados no han sido buenos.
Las versiones sobre la debilidad del Credit Suisse se han extendido por redes sociales y medios, generando bolas de nieve que no serán sencillas de frenar en medio de un escenario de alta inflación y amenaza de recesión global.
Qué pasa en el Credit Suisse
Mirando en perspectiva, las noticias tampoco son buenas para el banco con sede central en Zúrich. En un semestre ya perdió la mitad de su valuación.
En agosto, el banco cambió al CEO, pero aunque el nuevo directivo pidió “al menos 100 días” para analizar y estabilizar la situación, como dice el viejo dicho: “el dinero es cobarde” y ante el temor de una caída mayor, huye.
Los mercados no parecen dispuestos a darle el tiempo solicitado a Ulrich Körner y la quiebra del Credit Suisse se ve a la vuelta de la esquina.
La estrategia del nuevo CEO apunta a una división de su negocio de inversión en tres partes, pero deberá ser con el precio de las acciones por debajo de los valores de la pandemia, en mínimos nunca vistos para la banca suiza.
En un comunicado a sus empleados (más de 50 mil), Köerner les habló de “versiones inexactas” que se publican en los medios, de “confianza” y les pidió que no confundan el día a día del banco con el precio de las acciones, porque el banco tiene “una sólida base de capital y fuerte la posición de liquidez”.
Tras la debacle, el Credit Suisse ya vale menos de 10 mil millones de dólares, un quinto de lo que está valorado la competencia local UBS.
La crisis del Credit Suisse no nació en 2022, la entidad arrastra malos antecedentes en los últimos años. Fue por lejos el banco más afectado por el caso Archegos, descubierto en 2021.
Credit Suisse y Deutsche Bank suman hoy 33 mil tuits. Preocupación en el mundo financiero. Ya tenemos al primer gigante caído. pic.twitter.com/VHYJvsEEO2
— GeoeconomíayFinanzas. (@geoeconomfin1) October 2, 2022
Archegos Capital Management tomaba préstamos de sumas millonarias de las grandes bancas de inversión para luego colocarlos en Wall Street en un pequeño grupo de activos de Estados Unidos y China con la esperanza de generar grandes dividendos.
Por el contrario, perdió. La pérdida estimada para el Credit Suisse fue de 5.310 millones de dólares.
Meses antes, había salido de la presidencia del banco el portugués António Horta-Osório, luego de ser investigado por infringir las restricciones durante la pandemia en Suiza y en UK.
Ahora lee:
Más altos ejecutivos descubiertos rompiendo las cuarentenas por covid
La importancia de la satisfacción del cliente: Opinión del consumidor afecta ganancias de Zara