Marilyn Monroe es quizás el ícono femenino sexual más distintivo del siglo XX. Sobre ella se han escrito innumerables biografías, filmado películas, imitado y parodiado acciones, vestuario y demás aspectos. Alrededor de su figura usualmente hay un par de temas principales a discutirse: su valor como ícono de liberación y símbolo sexual donde se aborda también su belleza, el conflicto que vivió por tratar de desprenderse o cambiar la percepción que había sobre ella y que se implica su estado emociona y se muerte; las teorías sobre si fue una muerte accidental, un suicido o un asesinato continúan por igual. “Blonde” o “Rubia”, título del filme de Andrew Dominik, está basado en la biografía ficcionalizada de Joyce Carol Oates. Estrenó en el Festival de Venecia ante 14 minutos de aplausos. La crítica se ha dividido frente a ella en el meta sitio Rotten Tomatoes y las redes sociales tampoco han sido indiferentes.
Los comentarios del público y crítica han venido principalmente de la manera en que “Blonde” expone a Monroe. El filme inicia con ella en su infancia, con una madre esquizofrénica y luego a merced de un orfanato. Rápidamente se pasa a la edad adulta y se continúa con sus inicios como modelo, su llegada a Hollywood, sus matrimonios y de ahí hasta su muerte. Lo primero que hay que comprender es que más que una película sobre Marlyn Monroe lo es sobre Norma Jean. Aspectos de su carrera son mostrados, desde luego, pero no son el foco central. La búsqueda de Norma, establecida desde los primeros minutos, es por su padre que se convierte en una metáfora de búsqueda de identidad, pertenencia y afecto. Una lucha contra el abandono.
A la película se le ha cuestionado mucho el por qué muestra de manera recurrente la denostación hacia Norma (¿Sabes leer? Le preguntan en un par de ocasiones y que en realidad es una forma de preguntarle si piensa), el acoso, abuso sexual y la objetivación de la que fue objeto. Vaya, fue un símbolo sexual que no dista tanto o que es referido a veces como sinónimo de objetivo sexual. Y ése es parte del meollo. Andrew Dominik ha dicho que su interés en la historia de Monroe estaba en explorar qué habría detrás de una de las figuras más emblemáticas del siglo XX, una figura deseada por los hombres, pero igualmente utilizada y abusada. Para las mujeres, una representación de apertura sexual.
“Blonde” es explícita en algunos momentos, dolorosa en otros y también, por qué no decirlo, un escaparate en otros. Ana de Armas, la actriz que interpreta a Norma Jean / Marilyn ha sido elogiada por su trabajo pues más allá del parecido física que se alcanza con la caracterización está los detalles con los que reviste su interpretación que expresa justo las necesidades y deseos de una mujer que se quedó sin familia en la infancia, que fue adoptada por Hollywood y que cada que pensaba que había encontrado un lugar seguro se daba cuenta que no era así. Por ejemplo, en su segundo matrimonio sufrió violencia física, verbal y psicológica. No es agradable de ver y no es agradable percatarse de que detrás de esa figura de gran simpatía, carisma y belleza, hay todo ese dolor y degradación.
A ”Blonde” se le ha reconocido por sus valores de producción y por la labor de Ana de Armas a quién ya se ve como una sólida contendiente durante la temporada de premios y, en especial, para el Oscar. A “Blonde” se le condena por exponer el otro lado de la moneda, aquél del que sí se ha hablado, pero no se ha visto antes así. Y es que a diferencia de la gran mayoría de biopics donde se resalta el genio o aquello que distinguía al personaje en cuestión o bien sus logos, en “Blonde” se muestra, en un tiempo donde destacan historias de empoderamiento, lo contrario. Y es que ésa es la cuestión, ése es el interés de Dominik, poner el foco sobre aquello que había tras bambalinas. El filme no le quita lustre al ícono que es Marilyn Monroe, le da foco a Norma Jean y a través de ella a la industria del cine y, más aún, a la propia sociedad. La prisión en la que Norma Jean se metió o la metieron fue posible por el entramado social que existía. “Rubia” lo ilumina y lo muestra.
“Rubia” le quita el peróxido a Monroe y con ello enfoca de otra manera más que Norma Jean, a la sociedad. Es, si se vale la referencia, una historia no tan distinta a la de “Joker”, sólo que en ella el personaje no es de la ficción y lo que la lleva a una caída es todavía más complejo, doloroso y revelador. Por lo pronto, el filme está en la conversación, le dará foco a sus involucrados, a su inspiración, pero ojalá también lo haga, más allá de la controversia, a los temas adecuados.