Para promocionar el regreso a la televisión de The Walking Dead, los creadores de la serie decidieron realizar una campaña original y muy zombie.
La estación de metro Union Station en Toronto, Canadá, fue el escenario para colocar un enorme cartel anunciando la tercera temporada de esta serie exitosa, en el cual unas manos podridas gigantes iban perdiendo dedos conforme pasaban los días.