El Grupo de los veinte fue fundado en 1999. El objetivo de este encuentro internacional se centró en la discusión sobre las políticas relacionadas con la promoción de la estabilidad.
Nada como el consenso para buscar el crecimiento ordenado.
El cabildeo de esta summit queda en manos de los gobernantes y en las de los presidentes de bancos centrales; no existen intermediarios y ahí se deben tomar los acuerdos que habrán de mantenerse vigentes para beneficio de una gran cantidad de ciudadanos.
En esta poderosa coalición participan 11 países, entre ellos México, el grupo de los 8 países más desarrollados y la Unión Europea, que participa como bloque. Es este un evento de gran calado y de enorme trascendencia que en su versión del 2022, tendrá como sede a Indonesia fungiendo como anfitrión su Presidente, Joko Widodo, quien ha lanzado ya la campaña de la Cumbre bajo el concepto: * Recuperar juntos, recuperar más fuertes*.
El contexto bajo el cual se escenificará la cumbre no puede ser más explosivo en términos geopolíticos debido a los siguientes factores: desarrollo de la guerra entre Ucrania y Rusia, la guerra comercial entre China y los Estados Unidos, la complicación en las cadenas de suministro, la gestión de la pandemia, la escasez de alimentos y los altos costos en los combustibles que derivó en una escalada inflacionaria.
Aunado a lo anterior, estimado lector de Merca2.0, están los rumores que esparcen algunas agencias informativas de que Vladimir Putin y Xi Jinping, el mandamás Chino, asistirían a la cumbre, noticia aún no confirmada, pero que esparció convenientemente Serguéi Lavrov, ministro de asuntos exteriores soviético, misma que prendió las alarmas de algunos países como USA y Canadá.
Por si faltara un ingrediente más, se ha extendido una invitación por parte del gobierno Indonesio a Volodímir Zelenski, el Presidente Ucraniano.
De tal suerte que las ideas innovadoras para la productividad, el crecimiento inclusivo centrado en las personas y la corresponsabilidad en la defensa del medio ambiente, bien pueden quedar enterradas ante los sentimientos de algunos países con miras expansionistas y otros tantos con acciones bélicas en curso que enturbian la agenda, los compromisos y el espíritu bajo los cuales trabajan los miembros fundadores del G20.
Asistirán también representativas y simbólicas organizaciones dedicadas a la paz, como la ONU, así como los entes económicos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, las Organizaciones Mundiales del Comercio, la Salud y la del Trabajo.
De tal forma, que en un mismo sitio, se concentrarán los tomadores de decisiones que de encontrar un hilo conductor y un líder que los aglutine con fuerza para encontrar denominadores comunes, bien podrían terminar ahí, con los nubarrones que amenazan a la sociedad global.
Esperemos entonces con fe y esperanza que Indonesia se convierta en el mejor escenario para encarrilar las políticas públicas que impacten de manera positiva al mundo tomando en cuenta que lo difícil, en este tipo de cumbres, es saber plantear el problema por la cual, hoy más que nunca, debemos recurrir a la sabida expresión de que un problema bien planteado es un problema parcialmente resuelto.
El diálogo constructivo debe imperar.
Nos encontraremos más adelante.