Después de tres décadas de vivir el proceso de la globalización, todo el tiempo, en cualquier lugar del planeta, somos conscientes que ha tenido un alto costo social y cultural para las personas y sociedades.
Sin darnos cuenta, a veces, existe un rechazo o antipatía a lo global y añoranza por lo genuino y propio, a sentirnos identificados con algo nuestro, que conozcamos bien, me refiero a lo que te da orgullo y pertenencia, lo local, pues.
Entonces, cuando diseñamos estrategias de comunicación es fundamental tener una visión “glocal”, acrónimo formado de fusionar dos conceptos contrarios: global y local, que reúne características de ambas realidades.
En muchos momentos, la globalización nos nubló la mirada local, su importancia, su alto significado para generar pertenencia y cercanía a partir del conocimiento e identificación con los valores, las costumbres, tradiciones y cultura. No le dimos valor al saber colectivo, aun cuando comunicamos para otros seres humanos con el objetivo de generar cercanía e incluso empatía.
El reto es trabajar en preservar la esencia y al mismo tiempo identificarnos con un público global. Aunque pareciera como mezclar agua y aceite, las siguientes prácticas pueden ser de utilidad para lograrlo:
1.- Mantén una mirada global. La globalización ha traído beneficios a la humanidad como la extensión de los derechos humanos, la masificación del uso de las tecnologías de la información, un vibrante intercambio cultural y la desaparición de las fronteras económicas. En otras palabras, a partir del análisis de las tendencias globales, conocer el mundo en el que vivimos y hacia dónde parece que camina.Además, muchas de las empresas, organizaciones y gobiernos deben responder a lineamientos globales que buscan el fortalecimiento de su presencia y reputación global. Sus estrategias de comunicación deben mantener estos lineamientos para su ejecución.
2.- Las personas en el centro. La persona es la prioridad, a ellas comunicamos. Por eso es necesario profundizar en las necesidades de las generaciones actuales, conocer los propósitos que los motiva, entender el contexto de los públicos a los que nos dirigimos y mantener una búsqueda permanente por generar cercanía y empatía.
Es importante profundizar en las necesidades y deseos de los individuos, entender sus contextos y así humanizar la comunicación que planteamos para ellos.
3.- Aprecio por las culturas. Es fundamental aprender sobre la cultura de los públicos a los que vamos a comunicar, así sea para entender lo que no puede cambiarse hasta descubrir cuáles son los factores relevantes de cercanía.
En las estrategias de comunicación, el darle un peso prioritario a la cultura es un punto a favor para tener una comunicación efectiva.
4.- Empoderamiento local. La construcción de una estrategia de comunicación es vibrante de principio a fin. Requiere de ideas y manos. Los equipos locales ofrecen mucha información respecto a los públicos objetivo.
Los equipos locales se empoderan de dos maneras, aportando ideas y reflexiones sobre las acciones a emprender. E impulsándolos a que tengan un mayor conocimiento de las tendencias globales a partir de la capacitación. Los resultados son sorprendentes.
5.- Tecnología, la herramienta. Humanismo la esencia. La comunicación se dirige a las personas y esa debe ser la esencia. Es importante utilizar la tecnología como una herramienta de difusión, pero que no rija la comunicación.
Son las personas las que recibirán o no los mensajes, si nos centramos en ellas, los resultados serán favorables.
6.- Contenido flexible. Debido a que el reto que tenemos es adoptar lo mejor de lo local y de lo global, debemos diseñar desde el principio contenido que sea capaz de adaptarse a ambos requerimientos. Sucede, a menudo, que los corporativos de las empresas tienen que comunicar de manera general diversas circunstancias, pero adaptan su comunicación a los entornos locales para tener mayor éxito.
7.- Cercanía y empatía. Si las personas son el centro de nuestra comunicación, ésta tiene que inspirar sentimientos y generar emociones. Una de las formas de lograrlo es la cercanía, conectar con lo que les importa y motiva, qué los lleva a la acción, qué los hace sentir parte de un grupo o los mueve hacia ciertas acciones.
Las estrategias de comunicación serán efectivas en la medida que logremos conectar con las audiencias y la manera de hacerlo es a partir de los sentimientos y emociones que podamos inspirar o generar. Puede lograrse a partir de preservar y fomentar historias de proximidad, empáticas y solidarias, que generen emociones y sentimientos positivos de las personas.
8.- Sueños compartidos, propósitos identificados. Las personas a quienes dirigimos nuestra comunicación tienen sueños y casi siempre van en el sentido de mejorar su vida, su familia, su entorno. Estos sueños se convierten en propósitos de vida que las personas tienen y de esa manera pueden unirse a otros que buscan algo parecido. Si logramos identificar su propósito, nuestra comunicación será genuina y en muchas veces será adoptada de manera orgánica, lo que permitirá lograr los objetivos planteados.
El reto es fortalecer una comunicación creativa, resiliente, que empodere y comprometa. Si logramos establecer los pilares indispensables para comunicarnos con los diferentes públicos conformados por personas con sueños y propósitos, sin olvidarnos de las tendencias globales y del uso de la tecnología, tendremos una comunicación efectiva.
En otras palabras, el éxito en las estrategias de comunicación puede alcanzarse teniendo mucho barrio y una visión global.