Existen buenos productos y servicios que tienen malas campañas de publicidad. O al contrario, malos productos con “buenas” campañas. Y lo pongo entre comillas porque son buenas probablemente en la medida de ser reconocidas, recordadas, nombradas o inclusive premiadas, pero pueden tener el grave error de no hacer “match” con lo que anuncian. Son simplemente llamativas.
El fin de toda campaña publicitaria debe ser lograr los objetivos propuestos desde las decisiones de mercadotecnia, pero si solamente se hace con el fin de que la campaña sea la protagonista, en lugar de darle el papel más importante al producto, o inclusive al público objetivo, ahí ya no se alcanzará lo que se busca desde la empresa.
La complicación es lograr ese matrimonio perfecto entre un buen producto y una buena campaña. La congruencia que debe existir entre lo que se difunde y lo que se le da al público usuario/consumidor y que no caiga en una decepción por falsas esperanzas provocadas en la publicidad.
¿Habrá grandes productos que no están aprovechando a la publicidad para mostrarse a sus públicos? ¿habrá campañas que “sobremaquillan” a productos que están muy por debajo de las promesas que se comunican en los medios? ¿Podremos encontrar esos matrimonios perfectos de gran producto y gran campaña?
Esas preguntas me invitaron a buscar ejemplos en donde se logre esa combinación perfecta. Y afortunadamente ya encontré el primero de muchos otros que les mostraré en próximas columnas.
Está el caso de Goiko, una cadena de hamburgueserías establecida en España, fundada por Andoni Goicoechea, médico venezolano que identificó la oportunidad de negocio a partir de un bar al que solía acudir, que estaba por cerrar, y que le dio pauta para abrir su primer local, impulsado por un préstamo de 55 mil euros que le hizo su padre, allá por el año 2013. A la fecha, ya tienen más de 87 locales en el país sin recurrir al modelo de franquicia.
Ya desde su modelo de negocio y en su oferta son diferentes y eso se refleja en su publicidad y sus productos.
El caso de éxito producto-publicidad en específico al que me quiero referir es a su producto original. La que se conoce como la hamburguesa gourmet más vendida en España: la Kevin Bacon.
Así es, tal como el famoso actor estadounidense que se dio a conocer sobre todo por ser protagonista de la película “Footloose” y de otras producciones de TV y cine exitosas.
Pero, que me perdone Kevin, no de tanto éxito como la hamburguesa. La probé y me consta. Carne picada (no molida), mezclada con trocitos de tocino y cebolla crujiente, con su respectivo queso americano. Gran sabor, gran hamburguesa. Gran producto.
Y coincide con la campaña que lanzaron el pasado mes de junio, sobre todo en medios exteriores, explotando el concepto de una pregunta simple que le hicieron a gente, en la calle, donde está su consumidor, y así saber con qué (o quién) relacionaban el nombre de “Kevin Bacon”, en donde por cierto, para la voz en off del cierre del video, usaron al mismo actor de doblaje que hace la voz del actor en España. Aquí el video:
Este video es a donde dirige el QR que aparecía en los exteriores, tanto en lonas montadas en edificios de Madrid, como en andenes del metro, diseñados con un copy muy sencillo y altamente efectivo: texto en blanco sobre fondo negro que dice: “En Madrid, Kevin Bacon es una hamburguesa.” Y al pié del anuncio: “El que sabe, sabe” rematando con la imagen del QR que lleva al video.
Fuente y Foto: Goiko.
Ahí está un claro ejemplo de como pueden convivir una gran campaña y un gran producto. Copy directo, sencillo, efectivo, sin grandes recargas de texto o imágenes que en muchas ocasiones salen sobrando en la publicidad. No decepciona ni al consumidor ni al público receptor de la comunicación.
En las manteletas de las mesas le dan continuidad a su campaña y hacen coherente su comunicación:
(las migajas que se ven en la foto fueron las únicas “sobrevivientes” que dejé de la hamburguesa)
Seguiremos en búsqueda de otros ejemplos de buena publicidad/buen producto y ojalá sean como este caso. Provecho a quien tenga la oportunidad y fortuna de probarla.
(Cabe mencionar que los criterios son personales y de acuerdo a mi experiencia. Espero coincidir con los suyos, amig@ lector@, y si no fuera así, ojalá que pueda escuchar/leer tu opinión).