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McKinsey & Company condujo un estudio en donde midió los retos a enfrentar ante el capital humano en el mundo.
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Pollstar midió la popularidad de los festivales musicales en América Latina.
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Una mala gestión de empleados en seguridad ha tenido casos como Lollapalooza o el estadio de Corregidora en el estado de Querétaro.
Ser buen o mal empleado es subjetivo y no es recomendable para usarlo como calificativo laboral, sin embargo, una ocurrencia puede poner a prueba la cabalidad en recursos humanos. Esto hizo una guardia de Lollapalooza para salir temprano.
McKinsey & Company dimensionó el lado negativo en el mercado laboral e impuso tres principales razones por las que empleados renuncian a sus trabajos. El 41 por ciento de ellos explicó que la falta de avance o desarrollo laboral los impulsó a renunciar. 36 por ciento consideró que la falta de compensaciones fue el motivo y un 34 por ciento responsabilizó a sus líderes sin motivación.
La dimensión negativa en el mercado laboral y anécdotas como un guardia de seguridad de Lollapalooza que finge un tiroteo para salir temprano, demuestran los retos a trabajar en este segmento, para lograr objetivos con el capital humano.
Indudablemente se han configurado prácticas cada vez más cuestionables en el mercado laboral y lo más importante a tomar en cuenta en ello es ver las acciones con que se solucionan, sobre todo cuando hay tendencias globales que dibujan tanto tendencias para detonar el potencial del capital humano, pero también malos incidentes protagonizados por ellos.
Un mal guardia de seguridad en Lollapalooza
Lollapalooza, como cualquier otro festival, requiere de un amplio número de capital humano, para poder llevar a cabo su encuentro, solo que la falta de protocolos y preparación de muchos de estos empleados, se convierte en un reto para los organizadores de los encuentros y para el mercado laboral, que se mengua ante tales acontecimientos.
Todo surgió cuando la guardia de seguridad Janya Williams de 18 años, reportó a su supervisor una supuesta amenaza de tiroteo en Lollapalooza con un post falso de Facebook, donde un usuario identificado como Ben Scott amenazó con realizar un tiroteo en el festival a las 6 de la tarde.
Lo anterior cayó en manos del FBI, que rastrearon el origen de su mensaje en TextNow, al celular de la guardia y tras ser investigada, según trasciende en Consequence of Sound, aceptó que fue una ocurrencia para salir temprano del trabajo.
A #Lollapalooza security guard was charged for allegedly faking a mass shooting threat at the Grant Park music festival so she could leave work early. ?? pic.twitter.com/QC2K8eUEip
— No Jumper (@nojumper) August 4, 2022
Pollstar tiene mediciones interesantes, que nos dan una idea de la popularidad de ciertos festivales en el mundo. La edición de Lollapalooza en Brasil colocó a dicho festival como el más exitoso de 2019, cuando logró ingresos por 14 millones de dólares.
El Corona Capital de la Ciudad de México se colocó en el segundo lugar con ingresos por 12 millones de dólares y El EDC de la Ciudad de México con 10 mdd.
La convocatoria que logran estos festivales determina en mucho el reto del mercado y lo importante que es consolidar actividades no solo centradas en la experiencia de un evento, también en su operatividad partiendo de la gestión de talento necesaria en ello.
Las tendencias en gestión de talento nos recuerdan lo importante que es desarrollar actividades, que conlleven al fortalecimiento de tendencias, donde una mala contratación de guardias en un estadio como Corregidora en México o la ocurrencia de una guardia en Lollapalooza para salir temprano, no tengan lugar.
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