- Las estrategias de marketing político no pueden dejar ningún detalle librado al azar.
- Sin embargo, los especialistas no pueden estar en todo y, a veces, suceden episodios que golpean la imagen de los funcionarios y candidatos.
- El ejemplo del gobernador argentino que besa un maniquí pensando que era un niño se ha hecho viral y se debate en las redes sociales.
El marketing político es un verdadero desafío para quienes se desempeñan en esa variante de la comunicación estratégica.
No es lo mismo hacer marketing para una marca que para un político en campaña por múltiples factores que impactan de diferente manera en una y otra disciplina.
El uso de los medios públicos de comunicación, el análisis de las franjas electorales, los medios de comunicación pagos, la desactivación de protestas, las disertaciones o cualquier tipo de evento deben ser cuidadosamente analizados a la hora de llevar adelante campañas políticas.
Cuando los políticos están en el poder, además, los asesores de imagen deben tener presente cada pequeño detalle porque un error puede ser la diferencia entre ganar o perder legitimidad.
Político besa maniquí pensando que era un niño en Argentina
Un particular hecho sucedió en Argentina este fin de semana y tuvo como protaganista a un político de primera línea.
Se trata de Jorge Capitanich, actual gobernador de la provincia del Chaco, en el extremo noreste argentino. El mandatario también ocupó en el pasado numerosos cargos a nivel nacional. Incluso fue Jefe de Gabinete del Ejecutivo nacional, el puesto de mayor importancia luego del presidente.
Sin embargo, a pesar de la experiencia, Capitanich protagonizó un desopilante episodio: confundió un maniquí con una persona mientras saludaba a vecinos en una feria en la ciudad de Castelli, en la provincia que gobierna.
El hecho ocurrió en el Encuentro Internacional de Escultores, un evento tradicional que se realiza todos los años en ese distrito.
En las imágenes de un video que se viralizó, se puede ver que Capitanich le extiende la mano a un comerciante y, con el barbijo puesto, luego besa en la frente una cabeza que estaba justo debajo de su brazo.
¿El problema? No se dio cuenta que la cabeza no era un niño, sino un muñeco con un gorro de lana negro puesto.
En las redes sociales, como era de esperar, fue muy criticado. “Capitanich la venía ‘populeando’ como un campeón y besó la cabeza de un maniquí creyendo que era una persona real”, dijo @ToroCabron_ en el texto del video que se viralizó.
El gobernador de Chaco se percató que la cabeza era “falsa” cuando luego del saludo se tambaleó. El político logró sujetarla e impedir que cayera al suelo.
Hace dos meses, el mismo funcionario fue protagonista de otro hecho singular que hizo mella en su marketing político: cuando destacaba su gestión con “la mejor de la historia en infraestructura”, se le cortó la energía eléctrica en el acto que lideraba.
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