Verano peligroso…y otoño, invierno y primavera si seguimos el mismo paso y sin tomar acción frente a todos los efectos del calentamiento global que estamos sufriendo a nivel internacional.
Uno de estos efectos es el que tiene que ver con las altas temperaturas que azotan diferentes partes del mundo y que están provocando incendios, sequías y muertes ocasionadas por golpes de calor.
No se ve tan optimista el escenario, pues las temperaturas tan extremas, por ejemplo las que se están sufriendo actualmente en Europa, es una muestra evidente de que el calentamiento global va avanzando más rápido de lo que se esperaba mientras que las medidas para aliviar sus efectos no lo están haciendo a la misma velocidad, eso sin contar las malas decisiones o “no decisiones” de parte de gobernantes necios que viven todavía en la época medieval y que creen que lo correcto es el uso del carbón y las energías más contaminantes. Es más importante para ellos la decisión política que el bienestar humano a cambio del poder. Ni hablar.
Mientras, aunque hemos sido avisados de parte de los científicos desde hace más de 30 años, se siguen dando pasos para atrás. Tomemos como ejemplos las decisiones del Tribunal Supremo en EEUU que limita la acción de Joe Biden en cuanto a sus proyectos “verdes”, a China que insiste en el uso del carbón sin importar sus emisiones dañinas que afectan a todo el planeta o en la incredulidad de nuestro gobierno en el uso de energías limpias. Tal vez no vea “negocio” en ello que le convenga.
Afortunadamente, por otros frentes y como línea defensiva a todas estas malas decisiones, se encuentran iniciativas interesantes, tanto desde responsables de la obtención de materias primas hasta medios publicitarios, agencias y marcas que se están involucrando, aunque sea poco a poco, en una mayor conciencia en pro del planeta y todos los que lo habitamos.
Por ejemplo, las nuevas opciones de combustibles: los biocombustibles, que se producen a partir de desechos orgánicos y son una gran alternativa sustentable para la movilidad de transportes (coches, camiones, barcos, aviones, etc.) que en nuestra industria son vitales para la distribución de los productos y que al utilizarse se deja una huella de carbono mucho menor.
Estos biocombustibles se hacen de materia prima que por lo regular se desperdicia y que evitan que dependamos de la extracción de recursos contaminantes. Hechos de desperdicios tan comunes como desechos forestales, agrícolas, agroalimentarios o la parte orgánica de la basura con los que se puede producir lo que se conoce como “biojet” y usarse en coches, aviones o barcos.
Otro biocombustible es el que se obtiene de aceite de cocina usado, que en su mayoría puede ser recolectado de la industria restaurantera, con el que se puede producir hidrobiodiesel para transporte terrestre y marítimo.
Otro es el que se produce de estiércol, normalmente usado como abono, con el que la empresa francesa ARM Engineering produce el GH-3 que se puede usar en coches, camiones de reparto y autobuses, generando un 95% menos de emisiones de carbono.
En cuanto a medios y agencias, ahí está el esfuerzo de las agencias de Grupo M (que contiene a las agencias Mindshare, Mediacom, Wavemaker, Essence y mSix & Partners) y de WPP, una de las redes de agencias publicitarias más importantes a nivel mundial, que se han comprometido a la descarbonización, trabajando para desarrollar tecnología y estándares que se puedan usar para medir y reducir las emisiones de la publicidad a nivel mundial.
Estas medidas describen los pasos que los anunciantes pueden tomar para acelerar sus propios esfuerzos de descarbonización, así como metodologías de medición para dar seguimiento y reducir las emisiones de carbono a lo largo del ciclo de vida de la publicidad, desde el desarrollo hasta la entrega o difusión final.
Así es, la publicidad y los medios también contaminan.
Por otro lado, en cuanto a las marcas, vale la pena mencionar lo que está haciendo Sprite, al retirar su conocida botella verde para poner en su lugar un envase más ecológico.
El plástico verde hecho de PET es reciclable, pero no siempre se recicla, ya que el mismo color del plástico hace que sea más complicado de reutilizar y por ello menos empresas que se dedican a ello lo quieran procesar.
Es por eso que abandonarán su envase verde que los acompañó desde hace más de 60 años para actualizarse o tomar una opción más “verde” con un plástico transparente. Aprovecharán también para dar un refresh a la marca con una nueva campaña y una nueva identidad visual reforzada con la presencia de famosos de la NBA como Anthony Edwards y Trae Young. Un cambio favorable para todos, para la ecología y para la imagen de Coca Cola Company, tan desgastada últimamente por temas relacionados con el medio ambiente.
Aquí el spot de la campaña:
Otro esfuerzo interesante es el de ONGs y de marcas que dirigen su mirada a África y su gran problemática de basura plástica, buscando nuevas formas de usar esos desechos en un lugar que es uno de los más afectados por el cambio climático.
En Kenia, su agencia ambiental, marcas y agencias no gubernamientales forman una iniciativa que se llama Pacto de Plásticos de Kenia, que tiene como objetivo apoyar a las empresas en el rediseño, el reciclaje y la gestión de residuos mientras que aumenta el desarrollo económico sostenible y la resiliencia.
Este Pacto, que recibe fondos de la Fundación MAVA, una organización suiza sin fines de lucro dedicada a la conservación, y apoyada por el área de investigación e innovación del gobierno del Reino Unido, está formado por 34 miembros y simpatizantes. Entre ellos está Coca-Cola y L’Oréal, la empresa de reciclaje y limpieza de océanos Rintz Industries, la empresa de gestión de residuos y compostaje Taka Taka Solutions y el reciclador centrado en el medio ambiente Vintz Plastics.
Por eso, queda todavía la esperanza que desde nuestra industria de la mercadotecnia, la publicidad y los medios nos atrevamos más a defender el bien del planeta, sus ecosistemas y los seres humanos que lo habitamos. ¿Qué podemos hacer nosotros frente al calentamiento global? Tan solo recuerden que no debemos pensar en “usuarios” o “consumidores” sino en PERSONAS y así será muy probable que nuestras acciones vayan mucho más allá de “vender” un producto o un servicio.