Hemos insistido acerca de la importancia de la actividad física para contrarrestar los efectos y consecuencias que traen consigo la obesidad y el sedentarismo. Desafortunadamente somos subcampeones mundiales en obesidad, solo detrás de la población de los Estados Unidos; en la categoría infantil, tristemente ostentamos el vergonzoso primer lugar. Un dato que describe con claridad el tamaño del problema global por el que atravesamos: la población obesa supera a la población que sufre desnutrición.

El 74 por ciento de la población adulta y el 38 por ciento de la población infantil de nuestro país sufre sobrepeso y obesidad, porcentajes que han registrado un aumento sostenido con el pasar de los años. Sus consecuencias resultan terribles para los gobiernos, las instituciones, las familias y las personas.

La obesidad consiste en la acumulación de grasa que pone en riesgo la salud del individuo asociándola con padecimientos como la hipertensión, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares; esto último es de todos conocido y en menor medida, lo son las implicaciones emocionales y los trastornos mentales que se puede generar en las personas.

Por si esto fuera poco, las consecuencias no terminan aquí. Especialistas de la Universidad Anáhuac investigaron las efectos de la obesidad y el sobrepeso en la inteligencia y el aprendizaje. El estudio incluyó a 46 niños entre 8 y 12 años que fueron divididos en grupos con base en su estado nutricional, para posteriormente realizarles un diagnóstico de su función cognitiva a través de diferentes pruebas.

El resultado resulta sorprendente y preocupante: los niños con obesidad presentaron mayor prevalencia de déficit cognitivo en comparación con aquellos que no la sufren. La conclusión: a mayor obesidad, mayor severidad de déficit cognitivo. Esto quiere decir que nuestros niños que sufren obesidad y sobrepeso, sufren también afectaciones del lenguaje, percepción visual, memoria, inteligencia y aprendizaje.

Hoy más que nunca necesitamos actuar para promover un estilo de vida mucho más saludable en todos los grupos de edad, especialmente, en nuestros niños, que representan el presente y futuro de nuestro país.