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La categoría de ‘perrhijos’ juega hoy en día un peso clave. Hay estimados de Atlantia Research que incluso estiman mayor la adopción de perros que el nacimiento de bebés en hogares mexicanos.
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Hay una importante cultura entorno al cuidado de mascotas, que tan solo en Estados Unidos mueve 50 mil millones de dólares en el mercado de alimentos, según la APPA.
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Marcas como Liverpool se han sumado a la cultura del cuidado de ‘perrhijos’, con medidas clave en sus tiendas para darles la bienvenida.
Encontrar nombres originales para los ‘perhijos’ se ha vuelto deporte extremo, al menos así lo revela un veterinario, quien asegura que es tremendamente difícil poder ubicar a las mascotas que acuden a su consulta por sus extraños nombres.
@dr.bozelkaervet Animals have the best names! #fyp #vetsoftiktok #comedy #doglover #catlover ♬ Monkeys Spinning Monkeys – Kevin MacLeod & Kevin The Monkey
La historia es protagonizada por el médico veterinario Frank Bozekla, quien aprovecha su cuenta en redes sociales para narrar anécdotas veterinarias de su consultorio ubicado en Chicago, Estados Unidos, a donde llegan mascotas con los nombres de “Sargento Sniffers”, “Sir Francis Duke de Meowington”, “Salsa Mexicana Picosa”, “Paw McCartney”, “LuciPurr”, “Lover Boy”, “Gooc Master”, “Emoji de Berenjena”, “Motosierra” y hasta “Bark Vader”, “Pico de Gato” y Ozzy Pawsbourne”, aparecieron en la lista mencionada por el veterinario.
El hecho de los nombres tan entrañables que un veterinario identificó en su consulta diaria y reveló en redes sociales, es proporcional al interés que tienen los consumidores en hacer de los peludos de la casa un integrante más allá de una simple mascota, son ‘perrhijos’ o ‘gathijos’.
La categoría en la que ya juegan las mascotas en la actualidad se debe en gran parte por la cultura de los animales de compañía que se ha incrementado en México y que ha dado paso a tendencias como la de cuidado de ‘perrhijos’, industria que se mide en números impresionantes.
Firmas como Atlantia Research han hecho completos estudios sobre el mercado de perrhijos en México, donde midió la contracción en el nacimiento de bebés en los hogares mexicanos en un 20 por ciento, contra un incremento en la propiedad de una mascota de 17 por ciento.
El valor emocional que incluso adquieren los ‘perrhijos’ ha puesto a grandes marcas en jaque, como la ocasión en que Aeroméxico enfrentó una denuncia en redes sociales por parte de la actriz Sugey Abrego por haberla separado de su perro de apoyo emocional cuando se encontraba en un viaje a Canadá, donde denunció todo tipo de irregularidades, como el hecho de que fue descartada injustamente del vuelo, cuando se disponía a abordarlo para cederle su lugar a una pasajera extranjera que llegó después que ella.
El mercado detrás de los nombres de ‘perrhijos’
El creciente mercado de mascotas se ha convertido en un escenario muy interesante para ver acciones de marca, más allá de los creativos nombres con que deciden llamar a los peludos de casa.
Una de estas acciones tuvo lugar en Liverpool, una cadena de tiendas departamentales mexicana que apareció en redes sociales con una medida inesperada que consistió en prestar carreolas para perros, donde los visitantes de las tiendas pudieran colocarlos mientras se encontraban de compras en ella.
Estas acciones no tienen desperdicio en la actualidad y son pauta para ver medidas cada vez más audaces por parte del consumidor al momento de interactuar de mejor forma en el mercado.
Dichas prácticas son parte de la cultura que ha crecido entorno al cuidado de las mascotas en las familias y el valor que hay en generar experiencias a partir de tareas clave en el mercado, como pensar en canales desde los cuales se logre dar respuesta al consumidor.
Un gran ejemplo de esta respuesta es pensar en qué vale para una marca al momento en que tiene que tomar decisiones. Por ejemplo, en un estudio de la American Pet Products Association, esta se dio a la tarea de medir en qué categorías de la industria de cuidado de mascotas estaba concentrado el gasto del consumidor.
En 2021, el estudio encontró que 50 mil millones de dólares eran para comida; 34 mil 300 millones de dólares para cuidados veterinarios y compra de productos relacionados y 29 mil 800 millones de dólares para suplementos, medicina sin prescripción y alimento vivo.
Nombres raros, hábitos normales
Si bien es una rareza el listado de nombres que el médico veterinario Frank Bozekla dio sobre cómo nombran a las mascotas que llegan a su consulta, lo que es completamente normal es el gasto que los consumidores llevan a cabo en los peludos de casa y cómo es que se han fortalecido poderosos segmentos como el de alimentos, cuidados veterinarios y suplementos.
Hay un potencial por hablarle al consumidor desde estos medios y lograr con ello un interés único en tendencias de compra que valoran fuertemente el interés de la innovación y, lo más importante, la capacidad que hay en el mercado de poder saber que vale la pena al momento de tomar una decisión de compra.
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