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Epicland es un sitio de comercio electrónico y en su estrategia de redes contó la anécdota de uno de sus empleados que emprendió una tiendita en la oficina de la empresa.
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Dentro de México se ha medido en hasta 3 millones de familias, que han llegado a depender económicamente de las ventas de una “tiendita”, según un estudio de la Demografía de los Negocios (EDN) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
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El emprendimiento representa para un 22 por ciento de mexicanos encuestados por la ASEM, una fuente de ingresos secundaria.
Epicland mostró “Abarrotes Kevin”, la idea de emprendimiento de uno de sus empleados, y la tiendita se convirtió en original estrategia para impulsarse en redes, demostrando un punto muy importante: la necesidad de emprender en los profesionales mexicanos, por lo que recursos como el vender productos en oficinas o promover la venta por catálogo entre compañeros de trabajo, son actividades que ayudan a incrementar los ingresos fijos que mantienen.
Como este caso, ya hemos visto otras situaciones en que patrones descubren el emprendimiento comercial de sus empleados, quienes terminan pagando en especie, para seguir contando con permiso para vender.
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“TIENDITA” EN UNA OFICINA
Emprender como fuente de ingresos secundaria es una estrategia que ayuda a diversificarse a los mexicanos que además de trabajar implementan actividades económicas, que les ayudan con ingresos pasivos.
Un estudio de la ASEM evidenció que el 22 por ciento de emprendedores en México encuentra ingresos secundarios a los que actualmente registran y un 64 por ciento de ellos encontró en su emprendimiento su principal fuente de ingresos, mientras que solo un 14 por ciento consideró el ingreso por emprendimiento como extra.
En febrero de 2022 escaló en redes el video de Eddie Velasco, quien a través de su cuenta de Twitter mostró bolsas llenas de todo tipo de botanas, panes y bebidas que en algunos casos son almacenadas en el refrigerador del lugar.
Velasco mostró en una segunda publicación una bolsa compuesta de diversos productos y aseguró que era el detalle que tenía la mujer por dejarla vender en su empresa.
Como esta mujer, y el caso que protagoniza esta nota, con la anécdota de Abarrotes Kevin, la venta de productos de consumo se ha vuelto una actividad económica muy importante, que se basa en necesidades de un grupo de consumidores muy puntuales como los empleados de oficina y sus hábitos basados en productos como botanas o bebidas.
Con estos casos y las métricas de los estudios mencionados, hay recursos muy interesantes a tomar en cuenta, como el valor para las marcas de involucrarse en oportunidades de emprendimiento, como en su momento lanzó Sam’s Club, con conceptos como su plataforma B2B con la promesa de ofrecer “Todo lo que necesitas para tu Negocio o Comercio”.
ABARROTES KEVIN
Lo que puede ser calificado como un emprendimiento incipiente, la venta de productos en una oficina mientras se está en horario laboral, es un antecedente de grandes negocios que encuentran en este hábito una oportunidad ganadora para conquistar nuevos segmentos pensados para diversificar ingresos o lograr mantenerse de estos con un objetivo muy claro, que es incrementar los ingresos y en el camino, contar estas historias y hacerlas virales.
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