Hace unos días el dueño de una de las cadenas de supermercados más importantes de Argentina dijo, en en un evento frente a cámaras y por streaming: “Con la inflación, remarcamos precios todos los días”.

Este mensaje corrió por las redes sociales y desató el debate. Los profesionales de PR sabemos que lo que dijo es el ejemplo de todo lo que no hay que hacer como líder empresario.

La poco feliz frase vino a dar respuesta a una simple pregunta en un contexto país donde la situación económica es cada vez más compleja “¿Qué hacen con la inflación?” Y riéndose, pronunció la frase que desató la polémica impactando negativamente en la imagen de su compañía y la suya propia.

Si bien lo que dijo quizás no sorprenda lo que sí sorprendió fue su tono despreocupado, totalmente alejado y falto de empatía con las consecuencias que genera la situación económica actual en la ciudadanía argentina y, peor aún, sin registro alguno del marco en el que lo estaba diciendo rodeado de cámaras y periodistas.

Acá lo que cabe preguntarse es que pasa cuando un líder habla y lo hace sin medir las consecuencias porque un pequeño error puede destruir el esfuerzo de años en la construcción de la imagen de marca que termina derrumbándose en instante por un comentario fuera de lugar.

Muchas veces el CEO no es bueno hablando en público, pero esto no significa que sea un mal líder, simplemente no está preparado para ser vocero. Pero si ya cometió el error, lo clave será dimensionar su magnitud y actuar en consecuencia.

Es inevitable encontrarse con errores, de vez en cuando, como dice la frase “somos humanos” y, como tales, somos falibles e impredecibles. Por eso una tarea esencial de las relaciones públicas es saber anticiparse porque estos errores como estos se mantienen en el tiempo, ya que generalmente este tipo de declaraciones son levantadas por medios de comunicación, viralizadas en redes sociales y, además, lo que ya sabemos: una “metida de pata” siempre tendrá más eco que un acierto. 

Por eso trabajar en el desarrollo de una marca personal como la huella que vamos a dejar, es clave en la construcción del liderazgo. A diferencia de la marca corporativa, la personal, es la que te distingue de todos los demás. Se compone de tu expertise, personalidad, reputación e historia y desarrollarla de manera integral es lo que va a permitir pavimentar el camino que lleve a la construcción de un impacto positivo tanto hacia adentro como hacia afuera de la organización.

Pos pandemia ha quedado claro la importancia de valorar más que nunca la parte humana y la capacidad de comunicación ya que es la que nos conecta con las personas y, por lo tanto, debería ser una skill destacada de todos los directivos. El problema surge cuando los líderes ven a la comunicación como un instrumento para llegar a determinados objetivos y no como un elemento fundamental que impacta no solo en su imagen de marca personal sino también en la corporativa.