Uno de los procesos más importantes dentro de tu empresa es evaluar el trabajo que se ha llevado a cabo durante cierto tiempo por todas aquellas personas que la conforman.
Como líder, parte fundamental es reconocer el trabajo de tus colaboradores e identificar las áreas de oportunidad a trabajar dentro y fuera de la empresa. Sin embargo, dar retroalimentación no es una actividad que deba realizarse únicamente por la cabeza del equipo, sino en conjunto.
¿Por qué es importante dar una retroalimentación efectiva?
Brindar un buen feedback ayuda a que tus colaboradores sean conscientes de sus acciones y dar cuenta del impacto positivo o negativo de ellas, para así reforzar que las sigan haciendo o encontrar la manera de cambiarlas.
De igual forma, aumentas la productividad de tu equipo de trabajo, el compromiso y, como líder, contribuyes a que desarrollen sus habilidades.
Logra una retroalimentación efectiva en 3 pasos:
Toma en cuenta que la manera en que se brinda el feedback contribuirá al proceso de aprendizaje de quien escucha; por ello, apóyate en esta estructura:
1. Primero lo que funcionó
En ocasiones, damos por sentado las victorias y dejamos de lado cómo fue el proceso para llegar a ello. Toma nota de lo que tú y tu equipo tuvieron que llevar a cabo para alcanzar los objetivos planteados, pues en futuros proyectos, estas estrategias pueden formar parte de tu plan de acción.
Recuerda que parte importante para inspirar, motivar y persuadir a tus colaboradores es reconocer su trabajo e impulsarlos a continuar en esa misma línea.
2. Continúa con lo que falló.
Es importante darse el tiempo necesario para evaluar y reflexionar sobre las acciones que no resultaron como esperaban, para así evitarlas.
De acuerdo con expertos, este segundo paso se vuelve más sencillo cuando ya se ha hablado de cosas positivas, ya que neurológicamente se hace un equilibrio que permite mayor apertura y profundización en el tema.
Por ello, es importante crear un espacio seguro donde cada miembro del equipo se sienta en confianza para expresar su punto de vista.
3. Finaliza con lo que se puede hacer de manera diferente.
Una vez revisados los puntos anteriores, es momento de generar nuevos enfoques. Como primera opción, revisa con tu equipo de trabajo qué cosas se pretendían hacer y no se llevaron a cabo para que, en otros proyectos, se visualicen realizándolas con éxito.
Y finalmente, hagan una lluvia de ideas de qué se puede añadir o realizar de manera diferente. Esto activa la parte creativa y el pensamiento crítico del cerebro, aumentando la efectividad de los procesos.
Utiliza estos 3 pasos para hacer una retroalimentación efectiva en tu siguiente junta de trabajo o incluso, aplícalo en tus relaciones personales o sociales para crear una nueva guía de trabajo y así elevar tu imagen personal.