Quienes tenemos que entender este cambio, somos los profesionales de las relaciones públicas (RRPP), para ser capaces de retener la atención del lector. Por esta razón, una buena redacción de RRPP debe ser concisa y atractiva. Proporcionar la información importante en pocas palabras es clave. También lo es escribir de una manera conversacional para mantener el interés.
Resulta paradójico, que, si bien es cierto que el público lee menos, la lectura sigue siendo crucial para los profesionales de RRPP que desean perfeccionar su oficio. La única forma de comprender las RRPP modernas es leer, leer y volver a leer, sin tregua, todos los días. Una de las principales razones para comprometerse con la lectura, es que con ello se puede identificar con mayor certeza el nicho de un periodista y que le gusta escribir, y esto solo se puede lograr a través de la lectura. Saber cómo conectarse con un periodista y ofrecerle la información adecuada puede ser la base de una relación duradera y productiva con un medio de comunicación.
Antes de buscar una cobertura de prensa, es importante comprender el mercado, los lectores, los autores, los blogueros y los periodistas. Aquellos relacionistas que enfaticen la importancia de la lectura estarán muy por delante en su misión de generar publicaciones para sus empresas.
La otra razón para comprometerse con una lectura intensa, es tener un mejor contexto de lo que está sucediendo en los temas que nos interesan, empezando por nuestra profesión y siguiendo por aquellos sectores en los que se desenvuelven nuestros clientes. Esto ayudará a dar una consultoría más certera, generar información de valor y aprovechar coyunturas.
Y como consecuencia, podría afirmar que es casi imposible tener éxito en el mundo actual sin una buena estrategia de contenido. Un plan de marketing, acompañado de la creación de contenido definido y cuidado, marcan una clara ventaja contra aquellas marcas que solo se enfocan en aspectos de comercialización.
Atrás quedó la creencia de que las publicaciones solo se generan a través de los medios. Ahora el universo para informar, se ha enriquecido con los influencers y los bloggers, que se han convertido en una parte integral para la difusión de la marca. Más fundamental, sin embargo, son las redes sociales. Lograr que los medios cubran la información de una empresa, se convierte cada vez más en una faena intensa. Pero apareció Facebook y el juego cambió. Añada a Twitter, Instagram, Pinterest y Google Plus, y se suman más de 2,500 millones de usuarios interactuando en ellas cada mes.
La única forma de llamar la atención en estas redes sociales es priorizando la creación de contenidos con una estrategia de marketing. El éxito depende en gran medida de contar con un equipo creativo o un buen táctico. Cuando se logra notoriedad en las redes sociales sucede algo muy curioso; incluso los medios tradicionales lo notan.
Otro valor adicional del contenido en redes sociales, es la forma en que se empaca. Se abren un sinnúmero de formatos que le otorgan no solo variedad, sino también un atractivo adicional. Se pueden considerar desde artículos, gifs, videos, infografías, gráficos, memes y audio, por mencionar algunos.
Las redes sociales son asombrosas porque crean un ciclo animado: el cliente visita su sitio web —> encuentra contenido interesante —> lo comparte —> ve lo que ofrece —> probablemente lo compra y se va —> Otro cliente encuentra su contenido en twitter —> le da clic y lo lleva a su sitio web —> lo comparte y el ciclo continúa.
Una cosa que es segura es que las RRPP seguirán determinando cómo se proyectan las empresas, su crecimiento, su respuesta social y cómo comercializan sus productos o servicios. No se trata de si las agencias y los profesionales de las RRPP son relevantes o no, se trata de definir qué determinará que las empresas se favorezcan asegurando la cobertura mediática y la difusión adecuada para sus marcas.