El Estado de Eritrea es un país ubicado en el noreste del continente africano, costero, colindante con Sudán y Etiopía. Un país con poco más de 7 millones de habitantes, de entre los cuales destaca Biniam Girmay.
Nació en Asmara, capital de Eritrea, ciudad de poco más de 600 mil habitantes, ubicada a 2 mil 300 metros sobre el nivel del mar. Biniam tiene 22 años, es ciclista profesional y el día de hoy ganó la décima etapa del Giro de Italia.
Los deportistas de color son líderes en distintas disciplinas, como la pista, el maratón, el futbol soccer y el futbol americano, sin embargo, no han corrido con la misma fortuna y éxito en el ciclismo. La escasa participación de ellos en este deporte, sostienen algunos especialistas, se debe a causas socioeconómicas y culturales, que han mantenido alejados a oriundos de países africanos del ciclismo.
No fue hasta el 2011 que un ciclista de color participó en el Tour de France. Para el año 2012, la Vuelta a España recibió también a su primer competidor de color. Hoy nos alegramos porque Girmay ha logrado hacer historia como el primer ciclista de color el ganar una etapa del Giro de Italia.
Que Biniam haya triunfado en Italia, es un extraordinario y emblemático suceso acorde con la historia de la tierra que lo vio nacer. Eritrea fue la primera colonia italiana en África, y hoy uno de sus habitantes conquista la décima etapa del Giro.
Los italianos en Eritrea fueron los que introdujeron y diseminaron el gusto por el ciclismo entre sus pobladores. De niño, Biniam prefería el futbol soccer, pero la influencia de su hermano y su padre, lo hicieron participe del ciclismo. Este último, de oficio carpintero, con mucho esfuerzo le obsequió su primera bicicleta.
Su talento, disciplina y perseverancia lo llevaron a entrenar en Europa, lo que le abrió una serie de oportunidades que no desaprovechó. La historia de Girmay apenas comienza y seguramente dará mucho de qué hablar en el ciclismo mundial.
¿Cuántas historias de éxito nos privamos por falta de condiciones adecuadas? Aquel niño, hijo de carpintero que las tuvo, ha hecho historia. Qué felicidad. Lo lamentable de la historia: el corcho del festejo le golpeó un ojo y lo envió de emergencia al hospital; esperemos que no sea de gravedad.