El próximo viernes 6 de mayo arrancará la edición 105 del Giro de Italia. Un evento que se encuentra entre los preferidos de la afición al ciclismo. Se corrió por primera ocasión en 1909. Es el segundo evento más importante del mundo, solo detrás del Tour de Francia. Aquel primer evento, tuvo 8 etapas durante las cuales se recorrieron un total de 2 mil 448 kilómetros. Lo corrieron 127 ciclistas y únicamente 47 pudieron cruzar la meta en Milán.
A diferencia de aquella edición de 1909, el evento actualmente considera 21 etapas que agrupan 3 mil 437 kilómetros y poco más de 50 mil metros de desnivel. La justa iniciará en Budapest Hungría, para concluir en Verona Italia, el próximo 29 de mayo.
El líder y ganador de la prueba se hará acreedor a la magia rosa, el jersey que identifica al mejor entre los participantes. Este distintivo se aplicó hasta la edición de 1931, inspirado en el color de las páginas del diario italiano La Gazzetta dello Sport, publicación sumamente involucrada y comprometida con este y otros eventos deportivos en Italia.
La guerra, como ese tremendo y doloroso evento que sacude todo lo que encuentra a su paso, fue la única causante de la cancelación de algunas ediciones del Giro. La Primera Guerra Mundial, las ediciones de 1915, 1916, 1917 y 1918. La Segunda Guerra Mundial, las de 1941, 1942, 1943, 1944 y 1945.
Nairo Quintana en el 2014, Richard Carapaz en el 2019 y Egan Bernal en el 2021, han sido los latinoamericanos que han logrado coronarse en este evento. El primero y el tercero colombianos, el segundo ecuatoriano. En contraste, los ciclistas mexicanos, aunque tenemos un gran potencial y un enorme talento, nos encontramos lejos de tener participación relevante en este tipo de eventos. Únicamente, el tlaxcalteca Julio Alberto Pérez Cuapio, en la edición 2001, durante la etapa número 13, compuesta por 225 kilómetros y un ascenso tremendo, se proclamó campeón de ella. Para la edición del 2002, logró triunfar en dos etapas, la 13 y la 16. Qué tiempos aquellos.
Fue Luigi Ganna el ganador de aquella primera edición del Giro de Italia, quien el ser cuestionado acerca de qué se sentía de ser el ganador de la prueba, respondió elocuentemente: “me duele el trasero”; respuesta poco educada, pero sincera e ilustradora de la dureza del Giro de Italia.
Estemos atentos, arranca la fiesta, en la que tendremos que conformarnos con apoyar a nuestros hermanos de otros países de nuestro continente, en la espera de que alguno de nuestros jóvenes pueda representar a México en este tipo de eventos en un futuro cercano.