Si hay una herramienta que le ha funcionado a Marvel en los Ćŗltimos aƱos para generar aĆŗn mĆ”s interĆ©s en sus producciones y dar esa sensación de āurgenciaā, de āindispensableā, es la especulación.
El estudio es conocido por guardar con gran secrecĆa los detalles de las historias y quiĆ©nes estĆ”n involucrados, llegando a extremos como la firma de clĆ”usulas de confidencialidad por parte de los actores (y demĆ”s involucrados) en torno a quĆ© pueden decir o no para guardar la(s) sorpresa(s) hasta que se vea la pelĆcula e, incluso entonces, por algunos dĆas mantener el secreto con el uso del #NoSpoilers (en āSpider-Man: Sin Camino a casaā, por ejemplo, se le sumó la frase emblemĆ”tica de las primeras cintas āwith great power, comes great responsibiliteā aludiendo a que con el conocimiento de la historia se tiene la responsabilidad de salvaguardar la misma experiencia para quiĆ©nes aĆŗn no la han visto, en aras de que todo sea una sorpresa, no algo que se sabe que sucederĆ”).
Vaya, el cuidado es tanto que, incluso, Tom Holland, famoso por spoilerear, ha aprendido las artes de āmentir o evadirā, aunque ello lo haga sentir mal, segĆŗn ha declarado. El ejercicio le ha funcionado muy bien al estudio y ha sido un elemento principal en el marketing de todas sus producciones mĆ”s exitosas (āInfinity Warsā, āEndgameā y āSpider-Man: Sin camino a casa”, coproducción con Sony, dueƱa de los derechos).
Especular es, bĆ”sicamente, el acto de referir a elementos sin aclararlos con el riesgo de no cumplir las expectativas, pero con la apuesta de que la intriga sea suficiente como para que las ganancias sean significativas. Por ejemplo, en āSpider-Man: Sin camino a casaā, la intención original era simplemente sugerir el caos que se desatarĆa en el deseo de Doctor Strange por ayudar a Peter.
La inclusión de los villanos de las versiones previas, protagonizadas por otros actores, no era parte del plan, pero se agregó cuando se filtró la información. AĆŗn asĆ, se dejó fuera cualquier sugerencia sobre la aparición de Tobey Maguire y Andrew Gardfield, el cameo de Charlie Cox como Daredevil o la muerte de la tĆa May (Marisa Tomei).
āDr. Strange en el multiverso de la locuraā tiene como puntos de marketing a destacar que, aunque puede verse como un tĆtulo independiente, se entiende mejor como una continuación tanto de la serie āWandavisionā como de āSpider-Man: Sin caminoā, lo que implica el colapso (o algĆŗn riesgo) relacionado con el multiverso. Es decir, Marvel se ha ocupado de revestir significativa a los dos personajes centrales, Dr. Strange y Wanda Maximoff, haciĆ©ndolos mĆ”s relevantes y atractivos.
TambiĆ©n estĆ” el hecho de que es una pelĆcula de terror. Fuera de ello la información que los materiales promocionales han dado es muy ambigua: ĀæQuĆ© hizo Dr. Strange para arruinar el multiverso? ĀæQuĆ© sucederĆ” si no se arregla? Sin embargo, no se sabe bien a bien si hay un villano o quiĆ©n es o si es la propia Wanda. Igualmente se sabe que aparecerĆ” por primera ocasión AmĆ©rica Chavez (Xochitl Gómez), primer personaje abiertamente gay, pero no hay claridad sobre quĆ© le aporta.
El primer filme de āDr. Strangeā tuvo buena acogida en la taquilla con 677 millones de dólares, lejos de otros debuts mĆ”s espectaculares como āCapitana Marvelā y āBlack Pantherā que superaron el billón de dólares. La publicidad (trĆ”ilers, comerciales y posters) dejan claro que los multiversos se encontrarĆ”n o colapsarĆ”n de cierta forma (se ven siete versiones de Wanda y al menos cinco de Dr. Strange).
Lo que mĆ”s especulación ha despertado es el que en ciertas imĆ”genes se sugiere, por un lado, la aparición de Patrick Stewart como el Profesor X lo que integrarĆa en cierta forma a dichos filmes y, por otra, la posibilidad de versiones de otros personajes o bien de nuevos (como los Cuatro FantĆ”sticos).
La especulación le ha jugado bien a Marvel, haciendo de sus estrategias de marketing una sugerencia de lo que se verÔ, una promesa de sorpresas que hasta el momento le han redituado, incrementando la urgencia de ver y seguir siendo parte del Universo Marvel.