La compañía dueña de la marca Uniqlo, la japonesa Fast Retailing, ha decidido no dejar de vender sus productos en Rusia. Se une así al reducido grupo de compañías que, a contramano del camino que han tomado muchas otras tras la invasión del país de Vladimir Putin en Ucrania.
“La ropa es una necesidad de la vida. En Rusia, las personas tienen los mismos derechos a vivir que el resto”. Esas son las palabras que utilizó el CEO de Fast Retailing, Tadashi Yanai, como argumento para no seguir los pasos de otras marcas de fast fashion respecto de la venta en Rusia.
Tanto H&M como Zara (de la española Inditex) anunciaron la semana pasada que dejarían de vender ropa en Rusia por la invasión a la vecina Ucrania.
La presión de la opinión pública sobre las marcas es cada vez más fuerte y ha hecho que decenas de compañías dejen de comercializar productos o suspendan servicios en las principales ciudades rusas.
Afecta a múltiples rubros, desde petroleras como Shell, hasta sistemas de pago y tarjetas de crédito, como American Express, Visa y Mastercard. Además de la fábrica de muebles Ikea y la aplicación de hospedaje Airbnb.
Incluso grandes transportistas marítimos han frenado los envíos de contenedores hacia y desde Rusia y compañías como Nike cerraron las puertas de sus tiendas.
Este 6 de marzo, además, se sumaron Netflix, que dejó de transmitir en territorio ruso, KPMG, Pricewaterhouse Coopers y Danone, que suspendió las inversiones en Rusia, donde vende casi el 7 por ciento de sus productos.
La decisión de Uniqlo está en línea con otras dos marcas que siguen presentes en Rusia: McDonald’s y PepsiCo.
¿Uniqlo integra el círculo de las fast fashion?
En rigor, Uniqlo no es una fiel marca representante del fast fashion de una manera tradicional, sino “juega” en una estrategia paralela: timeless basic.
La diferencia es sutil, pero existe. Mientras las líderes del fast fashion (H&M y Zara) siguen de manera metódica las tendencias de la moda, Uniqlo apunta a lo atemporal.
H&M y Zara usa la misma lógica: crean la necesidad, fabrican la prenda a velocidad récord, la venden cuanto antes y a los pocos meses (incluso antes), las ofrecen a precios de remate. Al mismo tiempo buscan generar la necesidad en otra prenda, y así en un círculo virtuoso sin fin.
Lee más:
Precio de petróleo Brent cotiza los 130 dólares por barril
Escudería Haas despide al piloto ruso Nikita Mazepin debido a la invasión en Ucrania
ortillas aumentan el doble que la inflación: maíz y trigo, víctimas de lo que pasa en Ucrania