Si eres seguidor de Netflix o pasas algún tiempo en redes sociales, es probable que hayas escuchado o visto la serie Inventando a Anna, una supuesta heredera alemana que defraudó a la alta sociedad neoyorkina, bancos y grandes empresas para crear su propio club privado de artes.
Esta producción de Shonda Rimes está inspirada en la historia real de Anna Sorokin, una estafadora germano-rusa nacida en 1991 quien es interpretada por la actriz Julia Garner.
Un poco de contexto…
El caso Anna Delvey (su nombre real Anna Sorokin) se dio a conocer en el libro “Mi amiga Anna: la verdadera historia de una falsa heredera” de Rachel Williams, editora y productora de la revista Vanity Fair, donde ella cuenta su versión sobre su amistad entre ella y Anna, y cómo es que también la defraudó al no pagarle miles de dólares que gastaron en un viaje a Marruecos.
Por otro lado, la periodista Jessica Pressler se dedicó a investigar la historia real que había detrás de este personaje tan icónico, publicando su artículo en mayo de 2018 sobre Anna Delvey. Ambas publicaciones son referencia para conocer su historia.
Las estrategias de imagen que utilizó Anna Sorokin:
Anna se convirtió a sí misma en un personaje que aparentaba tener una vida llena de lujos, asistiendo a grandes eventos, viajando a increíbles destinos y que incluso, en el día de su audiencia, mantuvo la atención completamente en ella convirtiéndose en un fenómeno mediático.
Ella llevo a cabo las siguientes estrategias de imagen que, de haber sido verídicas hubieran sido impresionantes creando un alto impacto en su posicionamiento y branding personal al proyectarla como una mujer independiente, poderosa y exitosa:
1. Vestimenta
Sorokin vestía marcas de grandes diseñadores, no importaba al lugar que fuera, llevaba una marca de lujo acorde a la situación. Incluso, durante su juicio, comenzó a tener mayor seguimiento en las redes sociales al postear sus atuendos, esto llamaba la atención de sus seguidores y cada vez más gente asistía a sus audiencias.
Por ello, es importante que la vestimenta que uses se tiene que alinear a tu estilo personal, tus objetivos y tu esencia para causar el impacto deseado, ya sea para mostrarte más cercano o profesional.
2. Actitud
En cada momento, Sorokin se mostraba segura de sí misma y con confianza independientemente de la situación.
El comportamiento y la actitud con la que afrontes cada uno de los retos y situaciones de la vida impactarán de manera positiva o negativa en tus objetivos. Manejar una buena inteligencia emocional, empatía y autocontrol serán herramientas que te impulsarán en tus metas.
3. Comunicación
Los gestos, movimientos, posturas y palabras que empleaba estaban fríamente calculados para lograr cada uno de sus objetivos. Tener una comunicación asertiva involucra tener claro el mensaje que deseas transmitir y de qué manera lo harás. Es importante ser coherente entre tu forma de ser y lo que expresas para evitar engañar a los demás.
4. Redes sociales
Anna aprovechó todo el poder de Instagram para darse a conocer y llamar la atención. Exponía toda su vida publicando sus outfits, eventos, fotos con sus amigos, comidas, viajes y todo lo que estaba viviendo, convirtiéndola en una influencer con miles de seguidores haciéndola parecer una verdadera celebridad.
Usar las redes sociales de manera transparente para impulsar tu marca, son un medio de gran alcance, pero también debes ser cuidadoso con el contenido que publicas, piensa antes de subir cada uno de tus posts.
El caso de Anna Sorokin es un ejemplo de cómo, cuando las personas no son coherentes con quienes son y lo que proyectan, afecta su reputación, credibilidad e imagen de manera negativa.
Para tener una imagen consistente es importante alinear tus valores, esencia y objetivos en una misma línea, con honestidad e integridad. De esta manera, fortalecerás y posicionarás de mejor manera tu branding personal.