Pero, Āæcómo logran estos referentes instalar campaƱas solidarias o con propósito? ĀæPor quĆ© las personas destinan recursos a la causa que propone un prescriptor en lugar de las ONGās que hace ya tiempo trabajan denodadamente persiguiendo estos objetivos?
Que las organizaciones abocadas a diferentes causas recurran a la asociación con referentes digitales deviene, en parte, de la necesidad de llegar a los mĆ”s jóvenes, justamente el target mĆ”s escurridizo a los discursos de instituciones, marcas y polĆticos, para darle visibilidad a las diversas problemĆ”ticas por las que trabajan.
En Argentina, por ejemplo, en 2019, la cantante Lali Espósito, convocada por la Iniciativa Spotlight (una alianza entre la Unión Europea y las Naciones Unidas para eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas) se convirtió en la cara de distintos mensajes que buscaban concientizar contra la violencia de género en los noviazgos con la campaña que se conoció como #Amigadatecuenta.
Pero el caso mĆ”s resonante en nuestro paĆs se dió el aƱo pasado, cuando los padres de Emmita, una bebĆ© que nació con un diagnóstico de atrofia muscular espinal, necesitaban 2.100.000 de dólares para acceder al medicamento que salvarĆa su vida. Familia, amigos y organizaciones corrĆan una carrera contra el tiempo y aĆŗn con resultados no lograban acercarse a ese nĆŗmero. En ese momento apareció Santi Maratea, un instagramer con dos millones de seguidores quien, con celular en mano contó la situación, dejó en sus historias de Instagram los nĆŗmeros de cuenta y las formas en que se podĆa enviar el dinero y asĆ, sin vueltas, logró reunir la suma completa batiendo rĆ©cords en la historia de las campaƱas en nuestro paĆs.
En cualquier caso, es clave el interlocutor para amplificar el mensaje, alcanzar a mÔs gente y asà las campañas poder cumplir sus objetivos. Pero, ¿por qué estas figuras públicas tienen mayor llegada a las audiencias que las organizaciones? ¿Qué hay detrÔs del hecho de que un influencer o una celebrity por estar en redes sociales influya, generando un interés en la sociedad a tal punto de lograr movilizarla?
Lo anterior deja entrever que el uso de influencers puede ser una buena estrategia de fundraising, sobre todo si tenemos en cuenta que la conciencia social es una de las caracterĆsticas que definen a las generaciones millennials y centennials, principales usuarios de las redes sociales, donde estos referentes conforman comunidades a partir del contenido que generan, logrando la confianza de las personas que perdieron las instituciones, empresas y las ONGās, que aĆŗn con la ardua tarea de ayudar a los mĆ”s desfavorecidos, tampoco son la excepción.
Para llegar a lograr los objetivos que las mueven, las organizaciones sin fines de lucro necesitan sensibilizar sobre las diversas causas sociales y convencer a los usuarios de invertir su dinero en pos de esta lucha. Y es ahà donde los influencers entran en juego, ya que la confianza es el principal driver a la hora de obtener donaciones. De hecho, la experiencia demuestra que la transparencia y la honestidad son valores indispensables en cualquier campaña con fines benéficos.
Influencers mĆ”s ONGās un binomio ganador
ĀæCuĆ”l es la forma mĆ”s efectiva para lograr esa confianza por parte de los usuarios y alcanzar nuevas audiencias? Hay una realidad, y es que las ONGās, especialmente las mĆ”s tradicionales, conectan muy bien con un perfil de donantes de mayor edad, pero existe una desconexión con las audiencias jóvenes que cada vez se comprometen mĆ”s con distintos tipos de causas.
Este es el punto de encuentro en el que los influencers resultan mÔs efectivos para alcanzar a esas personas en sus ecosistemas naturales. Pero lo mÔs importante en este tipo de campañas es que estos colaboradores sientan dichas causas como propias y que trasladen los mensajes de la organización de una forma honesta, directa y personal.
Pero para estar en la conversación, hay que ser parte de ella. Por eso, si ganarse la confianza de la audiencia es vital para el Ć©xito de cualquier tipo de campaƱa, mĆ”s aĆŗn si estĆ” vinculada a causas sociales, Āæpor quĆ© todavĆa las organizaciones no comprenden el valor de llegar a sus pĆŗblicos con estrategias que son de interĆ©s para ellos? Cada persona es un mundo, y hoy esos mundos tienen sus propios referentes que hace rato dejaron de ser las instituciones, las marcas o gobiernos. No estoy diciendo nada nuevo, pero los hechos muestran que una cosa es decirlo y otra es entenderlo e implementarlo.