La forma en la que gestionamos las horas que dedicamos a dormir y la relación entre el sueño y la vigilia, en general tiene un gran impacto en nuestra salud y calidad de vida, pues no solo afecta a cómo nos enfrentamos a cada día, sino que además nos predispone a desarrollar algunos hábitos, lo que, con el tiempo, puede hacer la diferencia.
La mañana es uno de los momentos del día en los que solemos estar más activos, así que no aprovechar las primeras horas supone desperdiciar gran parte de la jornada en la que el cuerpo está dispuesto a poner más energía y atención en lo que se hace y estar predispuesto a poder realizar tareas que exigen mucha actividad antes de las 12 del mediodía. Las primeras horas determinan el desempeño a lo largo de la jornada.
A continuación, comparto algunos consejos de cómo se puede sacar provecho a las mañanas para lograr una mejor calidad de vida y ser más productivo.
Crear una rutina diaria: Los emprendedores que son altamente eficientes suelen tener rutinas establecidas que les permiten ahorrar tiempo en tomar decisiones que son menos relevantes para sus organizaciones. Establecer rutinas en nuestro día a día y especialmente en la mañana tiene efectos beneficiosos, como el permanecer concentrado en lo que se hace, disminuir el estrés y eliminar las incertidumbres.
Organizar el trabajo: Levantarse a tempranas horas de la mañana posibilita realizar una mejor distribución del tiempo y resulta ser un espacio ideal para abordar de forma ordenada y eficiente las responsabilidades del día. Realizar un listado de todas las tareas para poder tener un panorama de lo sucederá durante la jornada resulta útil, ya que es la manera más simple para saber a cuáles se le debe dar prioridad.
Establecer proyectos de alta prioridad: Las horas tranquilas de la mañana son ideales para abordar con calma los diferentes proyectos que se consideran prioritarios en la actividad. Dedicarles tiempo temprano les asegura que toda la atención está volcada en ello y no en llamadas, reuniones y otras actividades del día a día.
Mejorar la salud física y mental: Aprovechar para caminar, hacer ejercicio, respirar y meditar, entre otros, todo esto permite que el cerebro esté oxigenado, sea más creativo, genere más ideas, esté alerta y ayuda a tener un mejor estado de salud que ayudará a enfrentar los diferentes desafíos del día. Dedicar un espacio en las mañanas a alguna de estas actividades, dará una visión amplia y diferente del entorno y el trabajo.
Trabajar en Lotes: Una muy buena manera de aumentar la productividad es agrupar el trabajo. Hay diferentes programas, apps o métodos que se pueden utilizar. Se pueden bloquear ciertas horas que estarán dedicadas a hacer trabajo creativo, y otras en las que dedicas tiempo para tener reuniones con colegas y elaborar estrategias para los proyectos. También es efectivo agrupar las tareas diarias por bloques de tiempo cada día.
Uno de los activos más valiosos para el líder de una compañía es el tiempo y este no se puede comprar ni recuperar. Quienes logran gestionarlo bien están en el camino del éxito porque no se trata de cuánto trabajas al día, sino de cómo lo haces, con qué actitud lo enfrentas y si consigues tus objetivos diarios. La mejor manera de aumentar nuestra productividad pasa por entender que cuando trabajamos debemos estar dedicados a esta labor y cuando desconectamos, tenemos que hacerlo al 100%.