Tenemos en el radar una nueva versión de la guerra fría, reconociendo que el orbe ya presenció una en los sesentas. La batalla no es ahora entre Nikita Jrushchov y John F. Kennedy. Los nuevos actores son Joe Biden y Vladimir Putin y esta polarización divide al mundo en dos.

En el análisis de esta semana revisaremos las razones que cada actor tiene para involucrarse y bosquejaremos una posible solución, recurriendo a las ciencias de la comunicación política y el cabildeo.

Para ilustrar lo anterior, pongamos el ejemplo de cuatro importantes ejecutivos sentados a la mesa dialogando en torno a una alianza. El ambiente alrededor de los negociadores es de alta tensión.

Participan: Joe Biden, Presidente Americano, Vladimir Putin, Presidente plenipotenciario Ruso, Volodimir Zelensky, Presidente de Ucrania y el Srio. Gral. de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Por supuesto, que esta posible confrontación bélica entre Rusia y Ucrania no es una negociación comercial, es un tema eminentemente geopolítico y de graves consecuencias.

El Kremlin demanda el compromiso de que Ucrania no se una a la OTAN y exige retirar la infraestructura militar instalada en los estados de Europa del Este después de 1997, pues esto representa para Rusia, tener en su frontera una posible base militar de occidente y armas que puedan poner en peligro su soberanía. En síntesis, no desea que Occidente se expanda al este.

Recordemos que gravita en torno a este encuentro que Rusia tiene en contra el repudio mundial desde el 2014 por haberse apoderado de territorio Ucraniano, al invadir en rápida incursión a Crimea, ubicada al Sur de Ucrania y este antecedente hace pensar a Washington que los intentos de Putin para expander su control territorial, son en serio con esta incursión.

Estados Unidos, por su parte, ha dejado claro que está comprometido con ayudar a Ucrania a defender su territorio soberano y expresa que las medidas para disuadir el intento soviético, serán unas nunca antes vistas: desconectar el sistema bancario de Rusia del sistema internacional de pagos Swift e impedir la apertura del gasoducto Nord Stream 2 que va de Rusia a Alemania.

Un ingrediente adicional que aparece en esta negociación, es que Biden se juega su capital político, (su resto dirían en el póker) esperando salir airoso y mostrar una mejor cara y fuerza en sus elecciones intermedias de noviembre.

Por su parte, el Presidente Volodimir, se inclina por una cumbre internacional que sume a más actores, ahora europeos, como Francia y Alemania para resolver el conflicto.

¿Cuáles serían nuestras recomendaciones para coadyuvar en la solución del conflicto desde el flanco de la comunicación y el cabildeo?

Nombrar a un mediador reconocido en el plano internacional y que sea aceptado por las partes sentadas a la mesa.

Revisar con la OTAN, la mejor ubicación de sus centros de operación para que operen más al oeste, sin resultar, una amenaza para Rusia.

Que el Kremlin retire sus tropas de la frontera en un acto de buena voluntad negociando a través del diálogo político y considerando a Ucrania como independiente.

La revisión del tratado que se refiera a la prohibición de armas nucleares más allá de territorios nacionales.

En una negociación, alguien tiene que ceder y consideramos que Putin debe hacerlo, so pena de escalar el conflicto quedando fuera de control.

La premisa sigue siendo la misma: Buscar la paz mundial.

Nos encontraremos más adelante.