.En México, durante 2020 se registraron 92 mil 739 divorcios y 335 mil 563 matrimonios. Es decir, por cada 100 matrimonios ocurrieron 27.6 divorcios, más de la cuarta parte.
Cada habitación es un mundo y dificilmente se sabrá cuántas de estas separaciones se deban a la permanencia en el teléfono celular, a una infidelidad encontrada en el mismo, a una foto indiscreta, a las veces que se dejo de tener sexo y en cambio ambos miembros se adentraron a su mundo “en línea”. Cada quién sabrá.
Mientras whatsapeaba con una amiga, me pidió unos minutos para mandarle un mensaje a su esposo y pedirle que resolviera algunos requerimientos domésticos, le pregunté ¿Qué ya no viven juntos?, si, él esta en la sala, fue su respuesta. Ella prefiere mandarle un mensaje que verlo a la cara. Así las cosas, así el adiós a la intimidad.
La vida moderna nos acerca a la innovación tecnológica y a las comodidades que esta ofrece pero nos aleja de los momentos íntimos y profundos, no sólo con la pareja, también con los hijos, los padres, los amigos y los compañeros de trabajo.
En México 100 millones de personas tienen redes sociales, según un estudio de Hootsuite y We Are Social, en promedio, esta cantidad de usuarios pasa conectada tres horas y media, es decir, la gran mayoría en el país tiene la posibilidad en la mano de al menos saludar a su pareja, pero es mucho más cómodo revisar el feed de Facebook (meta), Instagram, Twitter y LinkedIn una que otra vez, pero, ¿Por qué?
Según un estudio de SNX, Constructores de Patrimonio, un adulto promedio en Facebook posee 338 amigos, pero ¿en verdad son tus amigos?, ¿vale más la pena estar pendientes de sus vidas o de la parte que publican que de aquellos que sí son reales?
Las redes sociales se han convertido en un aspecto fundamental para la vida de millones de personas en el mundo, en el país cada persona les dedica al menos tres horas en ellas, es decir, 21 horas a la semana mínimo y el 98.9 por ciento accede por sus dispositivos móviles.
En comparación con esas 21 horas, ¿cuántas le dedicas a tus seres más queridos? Y no me refiero a las horas frente al televisor (otra pantalla que a la que le dedicamos hasta cinco horas al día), sino tiempo intimo en el que conozcamos sus intereses, sus ilusiones y frustraciones.
El teléfono es probablemente el ente que más exige de nuestro tiempo y somos sus esclavos, ya desde 2018 la doctora Nancy Etcoff, experta en el Comportamiento Mente-Cerebro y en la Ciencia de la Felicidad de la Universidad de Harvard, advertía que aunque pasamos tantas horas frente al teléfono celular existe una “revisión compulsiva” por parte de los usuarios, pues el 49 por ciento de los encuestados revelan que miran el celular con más frecuencia que la deseada.
El teléfono celular es indispensable, lo sé, pero podemos terminar con su dominio, mirar hacia arriba, ver las nubes y por qué no llamar a la pareja e invitarle un café.