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Tras lanzar la idea al mercado esta fue calificada como ofensiva y sin gusto en redes sociales.
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La acción poco creativa de la funeraria exhibe la gran deuda que hay en gestión de ideas en el mercado.
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Esta campaña es un ejemplo de cómo se busca generar atención con la ayuda de ideas ordinarias.
Una funeraria recurrió a una mujer en ropa interior para activar una campaña y la acción demuestra la gran deuda que existe en creatividad al momento de activar piezas que logren conquistar al consumidor.
Esta acción es un caso de lo valioso que es ejecutar buenas ideas y cómo el buscar la atención con recursos ordinarios puede jugar en tu contra, como sucedió con la marca Horonim, donde mujeres en ropa interior buscan promover un viejo principio de que el sexo vende, incluso después de la muerte.
La idea de mostrar a mujeres en ropa interior promocionando los servicios funerarios ya han sido calificados como ofensivos y sin gusto dentro de redes sociales.
モスクワの葬儀会社HORONIMpic.twitter.com/pVV8eBdl6G
— バズるシネマズ (@topicmovielove) January 31, 2022
La propuesta de la campaña que ha generado comentarios negativos en redes, plantea lo importante de abordar estas piezas con acierto, de lo contrario no se logra conquistar al consumidor y lo más importante, se definen pautas a las cuales es difícil de seguir el paso, pues representan un atraso en todo lo que culturalmente se ha avanzado.
Ante ello es pertinente descubrir qué elementos hacen de esta campaña una mala apuesta creativa, como lo es la cosificación de la mujer y la incongruencia de anunciar un servicio centrado 100 por ciento funerario, con mujeres en ropa interior. ¿Cuál es el sentido clave en ello?
Campañas contra la cosificación de la mujer
En 2016 fuimos testigos del lanzamiento de una interesante campaña en contra de la cosificación de la mujer y hace mucho sentido enlistarla en este análisis, porque es justo demostrar los avances que se han logrado creativamente ante el consumidor, para volver a repetir errores mostrar a las mujeres como objetos en una campaña publicitaria de servicios como los funerarios.
La campaña que surgió en ese momento se llamó #WomenNotObjects y corrió a cargo de la creativa Madonna Badger, quien la implementó como una medida de protesta contra la forma en que se recurría a la mujer en las campañas publicitarias.
En su ejercicio creativo, Badger se fue a extremos narrativos en donde puso ejemplos de cómo se oirían las campañas si estas tuvieran voz de mujer con frases como “me encanta hacer una mamada a un sandwich o “me encanta sacrificar mi dignidad por un trago”.
De ocurrencias a campañas verdaderas
Campañas con un peso creativo importante, que signifiquen un avance en el mercado y que den a los consumidores la pauta clave que les servirá para entender qué es acertado en el mercado, hace posible que hoy en día pensemos en recursos que nos ayuden a innovar en l a forma como se desempeña la comunicación en el mercado.
Frente a estos escenarios es relevante entender qué vale la pena comprender en consumo para evitar campañas con mujeres semidesnudas anunciando ataúdes y cómo adecuarnos de mejor forma ante el consumidor, sobre todo por el reto que tienen las marcas en la actualidad, de lograr empatía y consolidar los valores que tanto trabajo han costado conquistar, pues determinan pautas de trabajo que no tienen desperdicio, todo lo contrario, obligan a profesionalizar aún más a la creatividad y sensibilizar su forma de entender el mercado, uno donde es crucial administrar recursos que ayuden a comprender el valor del consumo, pero desde una perspectiva ideológica, para poder consolidar mejores marcas y un compromiso nato con el crecimiento del mercado.
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