Nos acostumbramos a ver cĆ³mo las organizaciones tienen cuestionamientos sobre sus servicios y productos o la forma como se relacionan con los usuarios en las diferentes plataformas sociales.
Un post, en tan sĆ³lo un par de minutos, puede replicarse y difundirse, hasta convertirse en una real amenaza para el ābuen nombreā de una empresa o una figura pĆŗblica. Bajo este nuevo contexto, es suficiente un comentario negativo para desencadenar un desprestigio y afectar aĀ la compaƱĆa.
Una crisis de reputaciĆ³n compromete las finanzas de una compaƱĆa, limita el crecimiento del negocio, reduce el volumen de ventas, afecta las posibilidades de recibir una inversiĆ³n y devalĆŗa el estado de las acciones si es que la empresa cotiza en unaĀ bolsa de valores. Esta realidad concierne a todo tipo de industria, tamaƱo, ubicaciĆ³n o servicio que preste a los clientes.
Construir una marca es algo que lleva tiempo y mucha dedicaciĆ³n; sin embargo, destruirla es solo cuestiĆ³n de un momento o de una mala gestiĆ³n en el manejo de una crisis de reputaciĆ³n. El uso de la tecnologĆa y posibilidad de comunicaciĆ³n inmediata, de dominio pĆŗblico y de doble vĆa, redefinieron la forma como las personas, sin importar el lugar donde estĆ©n, el tipo de producto o servicio que adquieran, interactĆŗan con las compaƱĆas.Ā
Hoy es necesario ser mucho mĆ”s cuidadosas en la forma como prestan sus servicios, venden sus productos y atienden a diferentes tipos de clientes o colaboradores. El escenario de lo pĆŗblico se ha hecho mucho mĆ”s visible y una frase fuera de contexto, un comentario desafortunado y un vocero organizacional que equivocĆ³ el propĆ³sito de lo comunica tiene la capacidad de afectar la reputaciĆ³n de una organizaciĆ³n de manera directa.
SegĆŗn Charles Fombrun, considerado como uno de los padres de la reputaciĆ³n organizacional en el mundo y fundador del Reputation Institute en Estados Unidos: āEl valor de las empresas incluye tambiĆ©n sus activos intangibles. La diferencia entre el valor de mercado y el real es su percepciĆ³n. El capital se mide preguntando a la gente lo quĆ© creen, cuĆ”nto confĆan en la compaƱĆa, cuĆ”nto la admiran y cuĆ”nto la respetanā.
El acadĆ©mico de la Universidad de Nueva York seƱala ademĆ”s que este concepto constituye un activo econĆ³mico mĆ”s en una compaƱĆa, y se rige bajo los parĆ”metros de: producto, innovaciĆ³n, ambiente de trabajo, integridad, liderazgo, ciudadanĆa y finanzas.
En una sociedad cada vez mĆ”s digitalizada como la que vivimos, el manejo de la reputaciĆ³n se ha convertido en una variable clave para cualquier organizaciĆ³n. La buena percepciĆ³n de una marca, servicio o un producto incide directamente en la confianza y voluntad de consumo por parte de los usuarios. Cualquier punto de fricciĆ³n y contacto con el pĆŗblico, tanto interno como externo, debe ser abordado bajo una serie de procesos y protocolos. En este punto la informaciĆ³n que se transmite, representa un factor delicado y muy sensible.
Los canales bajo los cuales las personas pueden interactuar con una compaƱĆa no definen el tipo de experiencia en el servicio al cliente que reciben; todo lo contrario, el pĆŗblico espera que sin importar el medio que se utilice su respuesta sea uniforme y con las mismas posibilidades de respuesta, acceso y comunicaciĆ³n. Descuidar alguno es un detonante suficienteĀ para causar una crisis reputacional.
ComitĆ© de crisis en una organizaciĆ³n
Cuando esto ocurre las organizaciones deben enfocar sus esfuerzos y polĆticas para atender de manera oportuna tanto en forma y como en tiempo. La peor equivocaciĆ³n que se puede cometer es suponer que una crisis de este tipo se va a arreglar sola y que no requiere celeridad para ser atendida. Un cliente insatisfecho, un producto que no cumple con los estĆ”ndares de lo ofrecido, una filtraciĆ³n en las decisiones corporativas de la organizaciĆ³n, o una comunicaciĆ³n equivocada en el tono, la forma, tiempo o dirigida al pĆŗblico objetivo son suficientes para comprometer la operaciĆ³n tradicional y eficiente en una empresa. Ā Ā Ā
El manejo de una crisis reputacional es un proceso transversal en una organizaciĆ³n que abarca diferentes dependencias y niveles de participaciĆ³n. Lo recomendable es crear un comitĆ© de crisis y nombrar un lĆder para que establezca segĆŗn las caracterĆsticas del suceso, el nivel de participaciĆ³n de las dependencias como recursos humanos, comunicaciones, marketing, la parte legal, financiera y operativa, los voceros y el tipo de respuesta y comunicaciĆ³n que se ofrecerĆ”.Ā
Las empresas sin importar su tamaƱo o actividad estĆ”n llamadas a estructurar un plan de comunicaciĆ³n que sea capaz de soportar el momento y ayudar a la empresa a atender el inconveniente de forma eficiente, honesta y con un mensaje claro y unificado son la hoja de ruta de una realidad a la que cada vez mĆ”s compaƱĆas estĆ”n expuestas y que por la misma forma en la tecnologĆa soportar el desarrollo del negocio, tambiĆ©n es un pilar fundamental para la comunicaciĆ³n e interacciĆ³n son los clientes y el pĆŗblico en general.