El mundo ha cambiado y lo seguirá haciendo. En tan sólo un par de años, el proceso de transformación digital de las empresas se ha acelerado de manera inusitada, a la par de sus necesidades.
Luego de la pandemia por Covid-19, la tecnología ha cobrado un papel cada vez más importante en los negocios quienes la han incorporado de forma diversificada a cada vez más procesos y operaciones.
Debido a esto, es importante que se desarrollen profesionales con perfiles tecnológicos cada vez más especializados, pero que a la par cuenten con las habilidades necesarias para guiar a sus equipos de trabajo.
En una conferencia reciente, Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, señaló que con el imparable avance tecnológico, las personas que tengan un perfil ligado con el desarrollo de Inteligencia Artificial y otras tecnologías, y que además interactúen con otras personas, son las que liderarán el mercado laboral.
Su previsión no es menor porque si bien las habilidades duras son necesarias, la interacción y relación con otras personas es lo que construye equipos exitosos y líderes excepcionales, pero, ¿en dónde se aprende a ser un buen líder tecnológico?
Responsables de crear profesionistas especializados
Se prevé que en los próximos años crezca la demanda de desarrolladores, arquitectos de soluciones, analistas de atención en la nube, especialistas en Inteligencia Artificial, seguridad de la información, internet de las cosas (IoT) y bancos de datos, además de perfiles que estén relacionados con el manejo de proyectos tecnológicos.
En este sentido, las universidades juegan un rol clave en la formación de estos nuevos cuadros de talentos enfocados en Tecnologías de la Información (TI). Los líderes tecnológicos del futuro deben de cumplir con una serie de habilidades tanto hard como soft para tener más y mejores oportunidades. Es decir, para no ser solamente un elemento más del equipo, sino para ser una pieza clave.
Las universidades, tanto públicas como particulares, juegan un papel vital en la formación de estos nuevos profesionales y su vinculación con las empresas. El puente entre ambas instituciones es un eje fundamental para poder tener profesionales de excelencia y que éstos puedan encontrar desarrollar perfiles que sean útiles en las organizaciones.
La misión de las universidades es formar a profesionistas y personas. Los talentos deben de contar con los conocimientos y capacidades necesarias para ser competitivos en el ámbito laboral. Sin embargo, no basta con eso.
Además de preparar a los alumnos a nivel técnico y de investigación, las casas de estudios del nivel superior también deben de brindar herramientas para un desarrollo de soft skills o habilidades blandas, ya sea para trabajar en México o en el extranjero.
Habilidades para liderar
Los profesionales deben de cumplir con todos los requerimientos tecnológicos que su rama requiera, conocer diferentes lenguajes de programación, certificarse en el ramo de su interés y estar en constante actualización. También es imprescindible que los talentos dominen el inglés para que puedan aprovechar oportunidades fuera de su país.
Aunado al conocimiento técnico, los líderes tecnológicos deben de poseer habilidades humanas como resolución de problemas, comunicación efectiva, empatía, sentido de urgencia, entre otros.
Los futuros profesionistas deben de desarrollar algunas aptitudes como la perseverancia y la tolerancia a la frustración.
Asimismo, es necesario que los talentos tengan capacidad de adaptación, aprendizaje constante, pensamiento estratégico, gusto por los retos, una visión innovadora y, sobre todo, un enfoque humanista, es decir, que pueda empatizar con los miembros de su equipo y aportar valor a los colaboradores guiando con el ejemplo.
La formación profesional de los estudiantes se puede fortalecer por medio del puente entre universidades y empresas. Los alumnos pueden realizar prácticas o estancias en estas organizaciones para ir ganando experiencia y aplicar los conocimientos que han adquirido, así como formar parte de proyectos de investigación y de tecnología. Las empresas, gracias a esta colaboración, pueden desarrollar nuevas y más innovadoras soluciones.
Incluso algunas empresas de tecnología están abriendo sus plataformas de enseñanza a las universidades para que éstas incluyan sus tópicos en el plan de estudios y los nuevos profesionistas egresen con conocimientos más puntuales sobre las necesidades reales de la industria.
La colaboración entre universidades y empresas es vital para el fortalecimiento del ecosistema, además de la creación de nuevas fuentes de trabajo y profesionales con alto perfil. Vale la pena repensar el papel de los profesionales de tecnologías de la Información no como ejecutores, sino para encontrar la solución ante nuevos desafíos, y por supuesto, también para reinventarse como personas.