Recuerdo que hace unos 16 años aproximadamente estos temas eran desconocidos y al menos no eran prioritarios en las estrategias de comunicación o marketing. Se abordaban temas como apoyos a comunidades, ética dentro de las empresas, voluntariado, esfuerzos para la reforestación de ciertas áreas protegidas, etc.
Una de las primeras acciones que tuve la fortuna de llevar a cabo fueron las primeras guías ecoturísticas de Philips Mexicana, guías que proponían un turismo responsable por zonas protegidas por la Secretaría del Medio Ambiente; en conjunto con Editorial Clío realizamos 4 guías de la Rep. Mexicana. El Mar de Cortés y la Península de Baja California, El Sureste y la Península de Yucatán, el Noreste del país y la guía de la Zona del Istmo.
Más allá de fomentar el cuidado de estas zonas, aprendí mucho sobre las áreas protegidas en cuanto a su fauna, flora y rutas para llegar a destinos realmente espectaculares.
Programas como el apoyo a ciertas organizaciones como “World Vision” sobre temas de la violencia intrafamiliar en la zona Mazahua en el Edo. México y la alianza con Pronatura para la conservación y reforestación de la zona del Ajusco al sur de la ciudad de México, fueron acciones que iniciaban este proceso por el cual las empresas como Philips Mexicana se comprometían para ser empresas sustentables.
Por aquellos años el CEMEFI -Centro Mexicano para la Filantropía” iniciaba el reconocimiento y la certificación de las empresas que hoy es plenamente conocida como el distintivo “ESR” “Empresas Socialmente Responsable” lo cual evolucionó a acciones no solo de filantropía sino de Sostenibilidad, mejorar de calidad de vida de las comunidades donde opera la empresa, a través de acciones sustentables con el menor impacto en el medio ambiente.
Actualmente observo que muchas empresas, sobre todo las grandes, están comprometidas con temas de “ESG” porque los inversionistas y la sociedad se los demandan, sin embargo, una gran parte no tienen programas estratégicos de acuerdo a sus operaciones y no saben como posicionarse desde su comunicación ante los diferentes públicos meta, o bien cuentan con un plan estratégico de sustentabilidad pero no cuentan con una plan estratégico de comunicación para ser percibidas como empresas sustentables y comprometidas con la sociedad.
No solo se trata de salir a decir que son buenos vecinos, que han reforestado alguna zona del país o que han reducido su impacto en la huella de carbono, hoy las empresas comprometidas deben contar con un reporte anual con objetivos y compromisos claros, auditado por alguna empresa de renombre o estar certificadas ante diferentes ONG´s e instituciones plenamente reconocidas a nivel nacional o internacional, de otra forma se cae en lo que conocemos como el “Green Wash”, sin tener indicadores concretos y consistentes.
Temas como la reducción de la huella de carbono, la ética empresarial, programas de apoyo social a comunidades vulnerables, calidad de vida dentro de la empresa y todo lo relacionado a equidad de género, diversidad e inclusión, deben ser medibles con objetivos claros a mediano y largo plazo, a fin de que esta comunicación genere la confianza que se busca con los diferentes stakeholders. Hoy vemos medios especializados en estos temas y plataformas digitales que permiten amplificar y llegar a las audiencias para comunicar las estrategias, compromisos y logros que están logrando las empresas.
Durante los momentos más críticos de la pandemia Covid-19 las acciones de sustentabilidad y compromiso social cobraron mucha más relevancia, ante una situación de total incertidumbre y muchas pérdidas humanas. Aquellas empresas que mostraron un compromiso real con sus empleados, con los héroes de la salud (médicos, enfermeras, camilleros, entre otros) y con comunidades vulnerables, desarrollando una comunicación adecuada sin vanagloriarse de sus acciones, hoy están cosechando frutos en términos de reputación empresarial.
Ahora los retos son mayores en todas las áreas del “ESG” como las emisiones cero netas de carbono de acuerdo con la COP-26, la adopción de políticas internas que den paso a la diversidad e inclusión en todos los sentidos, la mejora de productos sustentables desarrollados con energías renovables, programas de educación y superación profesional en las comunidades donde operan las compañías. Todo ello debe comunicarse estratégicamente tanto a nivel interno como a nivel externo en toda compañía que busca ser percibida como una empresa comprometida con el desarrollo sustentable y el compromiso social.