Walmart se ha convertido en la última compañía occidental en tener problemas por el manejo de los negocios que involucran a la región china de Xinjiang, desde donde los Estados Unidos prácticamente prohíbe toda importación por denuncias sobre trabajo forzoso y violaciones de los derechos humanos.
El mayor minorista del mundo es el foco de atención en las redes sociales chinas luego de que los usuarios de Internet compartieran comentarios mostrando que Walmart había dejado de ofrecer a la venta productos provenientes de Xinjiang en sus tiendas Walmart y Sam’s Club de China.
Algunos, incluso, dijeron que habían cancelado sus membresías de Sam’s Club.
No es un problema menor para Walmart. China tiene 435 tiendas Walmart y Sam’s Club, por lo que se trata del segundo mercado internacional más grande de Walmart por metro cuadrado sólo después de México, donde el minorista tiene más de 2.500 tiendas.
La región noroccidental china de Xinjiang, hogar de un gran número de minorías étnicas, en su mayoría musulmanas (uigures), se ha convertido en un verdadero problema geopolítico para Xi Jinping y un dilema ético para las multinacionales estadounidenses que hacen negocios en China.
La administración de Joe Biden acusa al gobierno chino de participar en un genocidio contra las minorías religiosas, algo que Pekín niega.
Este diciembre, Biden promulgó la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur, que prohíbe todas las importaciones a los Estados Unidos desde Xinjiang, a menos que puedan certificar que están “libres de trabajo forzoso”.
Walmart no es la única con dificultades en China por Xinjiang
No sólo Walmart tiene problemas. Intel dio a conocer un pedido de disculpas a los consumidores chinos luego de una protesta en las redes sociales contra la compañía porque había enviado una carta a los proveedores pidiéndoles que eviten abastecerse en Xinjiang.
Otras empresas occidentales, como Hennes y Mauritz (H&M) y Nike también han sido blanco de la furia de los consumidores chinos.
De hecho, los sitios de comercio electrónico de China literalmente “borraron” a H&M de Internet después de que la segunda mayor firma del fast fashion después de Zara dejara de abastecerse de algodón de Xinjiang.