Un informe del diario El País de España analiza las economías latinoamericanas en relación con la transición energética que ya se está produciendo (y cada vez más rápido). En ese contexto, el medio dice que las economías basadas en el petróleo y el gas tienen todo para perder con el traspaso de los combustibles fósiles a un segundo plano.
Por el contrario, los exportadores de cobre, litio y cobalto se verán beneficiados por la nueva matriz de la energía mundial.
En la lista de las primeras están México, Brasil y Venezuela, en la segunda, Chile y Perú.
“La descarbonización obligada para hacerle frente a los cambios climáticos, que provocará un seísmo de grandes proporciones sobre la matriz de crecimiento de prácticamente todos los países de América Latina”, dice El País. “En no tantos años, los hidrocarburos perderán valor en favor de los minerales indispensables para el desarrollo de las renovables”, agrega.
Aunque asegura que aún al petróleo le quedan “años de dominio en el mix energético global”, el litio y otros minerales comenzarán a tener cada vez mayor presencia en la ecuación de las economías latinoamericanas.
Igualmente, respecto del petróleo, dice (no sin ironía) que “estamos frente al último vals del crudo”.
Citando a Karen Smith Stegen, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Jacobs de Bremen especialista en el cambio hacia las energías sustentables, El País dice que economías exportadoras que no se hayan preparado para la era de las energías renovables, como la de México, “saldrán perdiendo”.
“A medida que el mercado de hidrocarburos vaya encogiéndose, entrarán en una fase de declive económico”, dice la especialista.
En América, salvo economías muy petroleras pero con muy potentes fuentes de crecimiento más allá del crudo, como Estados Unidos y Canadá, otras, como Venezuela, Brasil y México, sufrirán. “Igual que Argentina, Colombia y Ecuador”, apunta.
Algo similar sucede con el gas natural, donde los grandes perdedores serán Venezuela (por lejos) y luego Argentina, Brasil, México, Bolivia, Perú y Trinidad y Tobago.
Los ganadores: los países ricos en cobre y otros metales que cumplan papeles relevantes en el desarrollo de las energías renovables. Perú es el segundo productor mundial de cobre y origen de algo más de la décima parte de ese mineral que se consume en el mundo. Y Chile, el primer productor global que aporta una de cada cuatro toneladas de cobre.
En ese sentido, aunque lejos, México puede tener beneficios.
También se beneficiarán los productores de cobalto (que se usa para tecnologías verdes), el zinc (clave para la energía fotovoltaica), el litio, el níquel, el grafito y el manganeso (núcleo de las baterías).
En el caso de la energía solar, Chile, Argentina y Bolivia tienen alto potencial. “En México, el beneficio viene por el alto nivel medio en una mayoría del territorio. En todos ellos queda por explorar un potencial que requeriría de inversiones público-privadas en infraestructura apropiada”, dice el informe.