En una época en donde no existían los efectos por computadora, el maquillaje, las maquetas y el vestuario era parte esencial para la realización de las películas, pasaba algo parecido con la parte gráfica; para la realización de los pósteres y materiales de lanzamiento de una película, los diseñadores de esa época requerían tener un talento impresionante.
Antes todo era hecho a mano, desde las ilustraciones, tipografías, originales mecánicos, etc. Estaban basados en técnicas casi artesanales, y tenían que dominar el uso colores, acuarelas, pinceles de aire, por mencionar algunos.
Estos pósteres están considerados hoy en día obras maestras y han sido exhibidos en los principales museos del mundo y que se han convertido en no solamente carteles coleccionables, si no en piezas que valen cientos de miles de dólares.
El póster de Drácula, estelarizado por el legendario vampiro Bela Lugosi fue vendido en $310,000 dólares según un artículo de “The Guardian” mientras que el poster de La Momia, interpretado por Boris Karloff fue vendido en $435,500 dólares en 1997.
Debido a las técnicas y los niveles de abstracción utilizados en los pósteres, estos se han vuelto altamente coleccionables poniendo muy alto el precio en que se pueden adquirir. Como se diría en inglés: “OLD IS GOLD” lo viejo es oro, vale la pena echar un vistazo a todo ese talento manual casi artesanal de aquellos años y que mejor que aprovechemos las fechas de día de muertos para revivirlos.