Nuestro mundo es cada vez más tecnológico y ello ha implicado que todas las personas -incluidas niñas, niños y adolescentes- también tengan que adaptar su cotidianidad a las nuevas dinámicas que se presentan.
Además, la pandemia aceleró esta transición. En el ámbito educativo se impulsó el uso de herramientas tecnológicas para darle continuidad al aprendizaje. Millones de docentes y alumnos tuvieron que inmiscuirse en un terreno desconocido que si bien en principio parecía retador pronto se convirtió en una alternativa para evitar retrasos.
Sin embargo, como sabemos no todos corrieron con la misma suerte. En México existen muchas comunidades que por falta de recursos se quedaron rezagadas, provocando que la brecha digital se hiciera mucho más grande.
Teniendo este panorama en mente, en junio pasado implementamos un Espacio Digital con el objetivo de beneficiar a más de dos mil niñas, niños y adolescentes oaxaqueños. Lograrlo fue resultado de muchas voluntades comprometidas. Por un lado, American Tower donó dispositivos de cómputo, video, impresión y una pantalla interactiva; nosotras y nosotros, desde Save the Children, nos hemos encargado de la capacitación; y el DIF del municipio de El Espinal es el responsable de su operación.
Con certeza esta acción debe de replicarse en todo el país. Hacerlo significará garantizar el desarrollo de habilidades digitales que los mantendrán actualizados de forma muy positiva en su presente, pero sobre todo permitirá que su futuro no se vea comprometido por falta de conocimientos tecnológicos.
Las niñas y los niños deben involucrarse en el mundo digital y nosotras y nosotros, como personas adultas, tenemos que lograr que ninguno de ellos se quede atrás por falta de recursos. Saquemos provecho de lo que ya existe y fomentemos su creatividad y conocimiento porque la tecnología, más allá de ser un medio de entretenimiento y ocio, también puede ser una herramienta que los empodere para alcanzar una mejor calidad de vida.