Cuando llegue el año 2035, Europa ya no permitirá la venta de carros impulsados por gasolina o cualquier otro sistema de combustión interna que implique la emisión de gases a la atmósfera. Todas las compañías fabricantes de vehículos, incluidas las de superdeportivos, como Ferrari, deberán adaptarse.
Sin embargo, aunque el avance de la electrificación ha acelerado en los últimos años gracias a nuevas y poderosas inversiones de todas las marcas, algunas son más “rebeldes” que otras.
Así es, aunque hay compañías que, por sí solas, se han puesto plazos incluso más cercanos para su electrificación completa, como Volvo, por ejemplo, otras como Ferrari y Lamborghini esperan que la Comisión Europea les otorgue un plazo mayor.
Es más, dicen que se las podría eximir directamente porque, en definitiva, son muy pocos los vehículos súper deportivos en comparación con el volumen total del parque automotriz mundial.
Hace unos meses, el CEO de Ferrari, Louis Camilleri, declaró que no veía a Ferrari siendo 100 por ciento eléctrica y que mientras él estuviera con vida, no creía que se alcanzara el 50 por ciento de electrificación de la súper marca italiana. Camilleri tiene 66 años.
Según medios europeos y estadounidenses, Mario Draghi, el economista italiano que desde este año es el presidente del Consejo de Ministros de Italia y fue presidente del Banco Central Europeo, ha comenzado algunas reuniones con la UE con la solapada idea de proteger a las fabricantes de súper deportivos y tratar de presionar para lograr una excepción.
Así se lo explicó a Bloomberg Roberto Cingolani, el ministro italiano de Transición Ecológica.
Ferrari y el lobby de Italia
Para Italia, si bien la electrificación está entre sus prioridades en materia de medio ambiente, la transformación de los superdeportivos podría evitarse porque se trata de “un nicho de mercado diferente”, por lo que se buscarían excepciones.
Son sólo 10 mil autos por año. Así lo justifica Cingolani, quien también fue CEO de Ferrari. El actual funcionario del gobierno italiano dijo que la marca del cavallino rampante vendió sólo 9.110 carros en 2020 y Lamborghini no más de 7.300.
“Estos carros precisan tecnologías muy especiales y baterías diferentes para poder ser parte de la transición”, explicó a Bloomberg. “Estas baterías no están disponibles por ahora”, agregó.
La Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE, no se ha expedido sobre el lobby de Italia y no se espera, al menos por ahora, que haya excepciones.
Sin embargo, podría haber una “puerta” para Ferrari en Francia. El presidente de la Asociación de Fabricantes de Automóviles del país galo dijo esta semana en la feria IAA de Munich, que “en el escenario de emisiones global, los fabricantes pequeños poseen un papel casi inexistente”.