Las estrategias en redes sociales suelen ser toda una suerte. Sin duda esta es una de las frases que en más de una colación hemos escuchado y aunque es cierto que dichos servicios son especialmente volátiles y con una especial carencia de control, es cierto que una estrategia sólida permite reducir en más de un sentido los riesgos. Aunque esto no es nada nuevo, lo cierto es que a diferencia de lo que ocurre en otros canales, las redes sociales demandan un nivel de planeación mucho más profundo en donde los equipos estratégicos deberán estar preparados para recibir respuesta tan diversas como la cantidad de seguidores que tiene. Lo que sucedió con El Palacio de Hierro ejemplifica el hecho.
Y es que la reconocida marca departamental decidió lanzar una dinámica en redes sociales que aunque busco reforzar la recordación de su logo y sus icónicas bolsas, terminaron por darle visibilidad a otras firmas como Coppel, Soriana y Gandhi.
Los hechos
Recientemente, desde su cuenta de Facebook, El Palacio de Hierro decidió lanzar una dinámica para generar comunidad con sus seguidores.
De esta manera, la marca lanzó una peculiar y simple propuesta. Un post en el que se leía “¡Nos encanta ver tus bolsas amarillas!” fue acompañado por una imagen en blanco en la que el logo de la tienda departamental estaba acompañado por el desafío: “Esta publicación se comenta con una foto de tus bolsas amarillas cuando vienes de compras”.
La intención era clara y aunque muchos usuarios hicieron lo que la marca esperaba, otros tantos decidieron darle la vuelta a la comunicación.
Y es que en lugar de compartir las “bolsas amarillas” de El Palacio de Hierro se dieron a la tarea de compartir otros ejemplares del mismo color pero correspondientes a otras marcas como Coppel, Gandhi o Soriana, al tiempo que otros tantos decidieron apostar por simples bolsas de plástico o bolsas de mercado.
El riesgo tangible
Aunque para la marca del sector retail este asunto no fue nada más que una curiosa anécdota que pudo darle algo más alcance, en realidad pone sobre sobre la mesa un asunto que uno debe pasar desapercibido por las marcas al momento de ejecutar ciertas acciones en redes sociales.
Y es que hablamos de espacios en los que el control de la comunicación es en realidad nulo. Si bien es importante premiar la creatividad y participación de los usuarios, lo cierto es que las marcas deben de encontrar la manera, en muchas ocasiones, de acotar las posibilidades para evitar caer en una crisis de marca.
En más de una ocasión hemos visto como una simple publicación ha puesto a las marcas contra las cuerdas por las repuestas de los propios consumidores.
Es por eso que las acciones en redes sociales deben ser cuidadosas y trabajar a detalle, aspecto que si bien es reconocido por una parte importante del sector, aún tiene diversas deficiencias.
Un dato es determinante en este sentido. Una reciente investigación realizada por Proxima indican que cada año se desperdicia a nivel global hasta un 60 por ciento del presupuesto que los anunciantes destinan al entorno digital.
Sucesos como lo acontecido alrededor del post de El Palacio de Hierro materializan el asunto y para las marcas marcas y sus equipos estratégicos no queda más camino que ser más estrictos en sus procesos para evitar que la volatilidad del medio afecte sus resultados.