Paul Rand cuyo nombre de nacimiento era: Peretz Rosenbaum y conocido en Estados Unidos como “Papá Logo” es considerado como uno de los diseñadores más influyentes e innovadores del siglo XX. Su nombre representa sencillez y modernismo para su época.
Tenía inclinaciones artísticas y estudió en 3 instituciones diferentes de las que no les dio completa importancia considerándose el mismo como autodidacta. Rand se dio a conocer y empezó a tener fama a partir del trabajo que realizaba para las portadas de Direction Magazine a los 20 años.
Diseño identidades para empresas muy reconocidas como IBM, UPS, Enron, Westinghouse, ABC por mencionar algunas. Sus principios siguen inspirando hoy en día y quizás algunos de ellos podrán sorprenderte, sobre todo por el tiempo que vivimos.
01. “Un logotipo deriva significado de la calidad de lo que simboliza y no al revés”
Los diseñadores hablamos muchas veces de los logotipos como si fueran responsables de transmitir SIGNIFICADO por sí mismos, por lo tanto, el éxito o fracaso de un logotipo es responsabilidad del diseño.
Paul Rand nunca le asignó tanta importancia o responsabilidad a un logotipo.
“Es solamente por asociación con el producto, el servicio, el negocio o la corporación que un logotipo toma un significado real” Rand decía. “Si una compañía es de segunda, el logotipo será eventualmente percibido como de segunda. Es muy atrevido creer que un logotipo hará su trabajo inmediatamente, antes de que su público objetivo haya sido condicionado adecuadamente”.
Esto no quiere decir que los logotipos sean insignificantes, más bien quiere decir que los logotipos son libres, ellos solamente tienen el objetivo de ser un distintivo gráfico, no de significar como pensamos. Cuando este logotipo se convierte en una MARCA, eso ya es otra cosa, porque empiezan a tener significados emocionales y representativos para sus usuarios, pero como decía Rand, su público ya ha sido condicionado. Esto nos lleva al segundo principio:
02. El concepto de un logotipo no tiene porqué coincidir con la actividad de la empresa que representa. “El único mandatorio en el diseño de un logotipo es que sea distintivo, memorable, claro y fácil de recordar.
Puesto esto con otras palabras, los logotipos pueden ser como les plazca. Ellos no tienen que decir algo directamente de lo que la compañía representa. ¡De hecho, muchas veces es mejor cuando no lo hacen! Como Rand lo diría.
“Sorprendiendo a muchos, el tema de un logotipo es relativamente de poca importancia, incluso la apropiación de elementos gráficos no siempre juegan un papel importante.
Esto no quiere decir que la apropiación de elementos sea no deseada. Solamente indica que en una relación uno a uno, entre un símbolo y lo que simboliza es muchas veces imposible de lograr, y bajo ciertas condiciones, objetable. Por último, el único mandatorio en el diseño de logotipos es que sean distintivos, memorables, claros y fáciles de recordar”.
03. La presentación es el secreto
Rand le daba gran importancia al acto de presentar un diseño a un cliente. Para cada diseño, el diseñador debe de contar una historia única que está fabricada para ese cliente en específico, que es irrepetible.
“Cómo presentar una idea es quizás, una de las tareas más difíciles de un diseñador” Rand decía. “Todo lo que un diseñador hace implica presentar la idea que queremos transmitir de alguna forma, no solo es como explicarle al cliente, es más bien como es que el diseño que hicimos se defenderá por sí mismo en el mercado al que va dirigido”
04. La sencillez no es el objetivo sino el resultado de una buena idea y de expectativas realistas
Si realmente entendemos lo que un logotipo es capaz de hacer y de lo que no, es entonces cuando nuestros diseños tendrán la sencillez de la que todos celebraremos.
Estos ejemplos ilustran el éxito de Paul Rand en este tema:
Debo de reconocer que cuando tuve la oportunidad de analizar y entender lo que Rand quería decirle a los diseñadores gráficos con su filosofía, me llevé una sorpresa, pero sin duda, reflexionando y pensando en ejemplos exitosos, sus principios son una clara muestra de realidad aplicada a la vida cotidiana, y eso, por lo menos a mi, me cautivó.