El Tianguis del Bienestar, una propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya comenzó en algunas partes del país como un proyecto para entregar de manera gratuita los bienes y recursos decomisados o confiscados en las aduanas de México.
“Hemos tomado ya la decisión de entregar todos esos bienes y mercancías al pueblo. Vamos a limpiar todas las bodegas y se les va a entregar a la gente, a los pobres”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador desde Palacio Nacional.
La iniciativa tiene la intención de ‘regalar’ la ropa, zapatos y otra serie de productos decomisados por el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado (Indep) a las zonas más marginadas del país, y como parte de su primera fase se seleccionaron 70 municipios en pobreza extrema ubicados en Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Veracruz.
¿Cómo funciona el Tianguis del Bienestar?
Antes que nada, debemos entender que la selección de estos 70 municipios se realizó bajo la metodología de dos indicadores: el Índice de Desarrollo Humano de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la condición de extrema pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), así lo señaló la Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Tomando esto en cuenta, el Tianguis del Bienestar funcionara para ‘comercializar’ con los artículos nuevos que fueron confiscados y/o decomisados, pero que no pasen por un proceso legal.
En los municipios se hará la promoción correspondiente del tianguis, para después instalar carpas y mesas en donde se colocan los bienes por categoría, cada persona puede seleccionar lo que requiera, no hay un límite en los artículos que se puede llevar, pero si habrá alguien que haga un conteo. Al finalizar se emite una cédula para el control y transparencia.
La titular de la SSPC aseguró que todos estos recursos están guardados en 69 bodegas y almacenes del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y el Indep, donde el costo de la renta de estos espacios es de mil 147 millones 619 mil 573 pesos.
Con la implementación del programa se espera dar espacio a las bodegas de aduanas porque “decenas de ellas están desaprovechadas y se pagan altos costos para el almacenaje”, añadió.
¿Un problema para el país?
Anteriormente, decenas de expertos y medios de comunicación señalaron que la implementación de este programa podría generar un desequilibrio en el mercado, principalmente informal, así como poner en jaque las propias leyes del Gobierno de México e incluso tratados como el T-MEC.
Cabe destacar que, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la participación del mercado informal en la economía mexicana tuvo un crecimiento del 23 por ciento en el 2019, frente al 22.4 por ciento registrado en 2018.
Tomando consciencia de esto, es importante decir que la comercialización de estos productos en algunas zonas del país podría traer afectaciones para el mercado en general, ya que anteriormente se indicó que entre los productos decomisados se incluyen, en su gran mayoría, piratería que será ofrecida al consumidor bajo un marco legal.
Lo anterior sin duda ponía en problemas a las marcas, las cuales requieren de una inversión, de cierto pago de impuestos y en caso de ser importada, del pago de aranceles, pero que podrían enfrentarse a la distribución de productos piratas con su ‘nombre’ dentro del país.
En 2019, una encuesta del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), reveló que el 85 por ciento de los mexicanos ha comprado productos apócrifos, a pesar de que una parte considera que ello afecta a la economía del país.
No obstante, este viernes, parece ser que se dejó en entrever que el programa funcionara solo con artículos nuevos que fueron confiscados y/o decomisados, pero que no pasen por un proceso legal, la pregunta es, ¿esto excluye a la piratería por completo?
LEER MÁS
