Con la omnicanalidad siendo una prioridad para el marketing, se vuelve también necesaria una estrategia de datos propios que impulse el crecimiento de la marca.
El aprovechamiento de los datos propios es muy importante ahora que las marcas deben dejar de depender de los datos que le proporcionan terceros, dada la limitación en la recopilación por parte de Google y Apple.
Dado que el comportamiento omnicanal caracteriza a los consumidores actuales, es importante comprender y planificar un journey del cliente efectivo, a través de una experiencia integrada y perfecta, y para llegar ahí la marca debe definir cuáles datos necesitan recopilar y por qué, sobre todo para evitar almacenar información innecesaria.
Para desarrollar una estrategia de recolección de datos propios la marca debe establecer cómo quiere identificar a sus clientes en todos los canales, es decir, si a través de datos como correo electrónico o número de teléfono, o a través de un CRM o sistema interno como programa de lealtad, inicios de sesión o sistema de autenticación.
Es importante una visión estratégica a largo plazo en la que se impulse a los clientes a crear cuentas o perfiles, para de esta manera tener una identidad permanente de los clientes.
Por otro lado, es importante tener registro de las métricas de participación en cada canal, como un clic en un mailing, visitas al sitio web de la marca, inicio de sesión en app, compras on y offline, así como su interacción con el servicio a cliente.
El aprovechamiento de los datos propios es muy importante ahora que las marcas deben dejar de depender de los datos que le proporcionan terceros, dada la limitación en la recopilación por parte de Google y Apple.
El análisis de estos comportamientos permite identificar segmentos o grupos de audiencias que permiten adaptar el recorrido del cliente de forma omnicanal, además de poder utilizar esta segmentación en las campañas de medios digitales de una forma eficaz.
Por ejemplo, un cliente que visita frecuentemente una sección de comidas instantáneas o listas para consumir en un supermercado, permite a la marca a identificar que este usuario vive en un hogar de una sola persona, además de detectar qué otros productos son de interés para ese tipo de segmento.
La interacción entre canales también proporciona información valiosa, ya que no todos los usuarios se comportan de la misma manera en un canal u otro. El comportamiento entre canales ilustra las preferencias y hábitos, que las marcas pueden utilizar para comprender mejor sus tipos de clientes y de esta manera poder aumentar las ventas o conversiones.
Los conocimientos que se adquieren al recopilar y analizar información de los clientes deben siempre impulsar las mejoras y la innovación de productos e incluso pueden ayudar al desarrollo de nuevos productos o servicios.
Además, permite informar las estrategias de comunicación y marketing, y con ello evitar que un determinado cliente que compró un servicio o producto hace poco no reciba un cupón del 50% por el mismo producto que acaba de adquirir, o bien, para automatizar el envío de mailings o aununcios digitales que le recuerden al usuario su carrito de compra y ofrecerles con ello una promoción o descuento adicional personalizado.
Por otro lado, los clientes al proporcionar su información a la marca esperan que sean utilizados para facilitar su ruta de compra, que se les envien promociones de acuerdo a sus intereses, recuerden sus direcciones de envio preferidas, así como recordar su forma de pago favorita.
Todo ello asegura una buena experiencia de cliente y un verdadero intercambio de valor. Eso sí siempre y cuando se respete la privacidad de datos y del usuario, y se le informe de manera transparente para qué o con que fin se utilizarán sus datos.
Muchas veces queremos recopilar información adicional que no necesariamente es totalmente útil para la marca y que de alguna manera causa incomodidad al usuario al solicitarla, como por ejemplo su fecha completa de nacimiento o su fecha de aniversario. Es por ello que es importante identificar desde un inicio cuáles son los datos que nos van a servir para proporcionar una experiencia sin fricciones, integrada y omnicanal.
La recopilación de datos first party ahora es una necesidad básica, aunque siempre debió ser una prioridad para las marcas. Los cambios recientes dejan a los datos propios como la información más confiable que se puede aprovechar al máximo, para crear una conexión directa con nuestros clientes que permite realizar cambios y optimizaciones para incrementar las ventas.