Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador dejara en pausa la anunciada reforma fiscal, se prevé que sea pronto cuando el Gobierno la retome y la lleve ente el Congreso, por lo que firmas multinacionales en México ya están pendientes de ello.
Este jueves, el presidente del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG), aseveró que las firmas esperan que la reforma ayude a incentivar la actividad económica y no la persecución tributaria de las compañías.
“Lo que buscaríamos es que (…) los cambios estuvieran encaminados a reactivar la actividad económica, que fuera una reforma que permitiera a las empresas invertir más”, dijo Alberto de la Fuente, presidente del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG).
A la vez, el también director general del brazo de Royal Dutch Shell en México, aseveró que se espera que la reforma no hostigara a las empresas por el lado del SAT”, bajo un “hostigamiento fiscal”, que no termine en una sobrerregulación, que no ponga en riesgo la certeza jurídica”, señaló al recordar que las firmas en la agrupación cumplen con sus obligaciones tributarias.
Entre las más de 50 compañías mundiales que forman parte del CEEG con presencia en México se encuentran nombres como Nestlé, General Motors y Bayer, además de petroleras como BP y ExxonMobil.
La reforma fiscal
A principios de junio el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que desctaría su implementación ya que se le relaciona con el aumento de impuestos, algo que va encontra de sus promesas de campaña y que sin duda podría afectar su imagen.
No obstante, funcionarios de la Secretaría de Hacienda han señalado que el objetivo de la reforma es simplificación administrativa y expansión de la base tributaria para elevar la recaudación fiscal al 15 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), .8 por ciento más que el actual.
Con esto en mente, la meta es mejorar las debilitadas finanzas públicas del país, por lo que han señalado que no se buscan aumentos en impuestos, sino cerrar huecos tributarios. Esto luego que durante el último año, la autoridad fiscal, el SAT, ha apostado por fuertes medidas contra la evasión para recuperar los impuestos de grandes compañías y algunas personalidades, advirtiendo que los evasores podrían enfrentar cargos criminales e incluso la cárcel.
Inseguridad: un bache para las multinacionales
El presidente del CEEG aseveró que uno de los temas que más preocupación genera es el de la inseguridad, así como el combate a la corrupción y el cumplimiento del estado de derecho, los cuales son un motor para garantizar un clima adecuado para el crecimiento de las empresas en el país.
Cabe recordar que desde más de una década, México se enfrenta a una ola de violencia entre crímenes y desapariciones ligadas a la lucha de los cárteles que pelean por extender su territorio para controlar la siembra y tráfico de narcóticos, al igual que otros delitos como el
tráfico de personas y el robo de combustibles.
“Muchas de nuestras operaciones hoy sufren de bloqueos, sufren inseguridad y creo que ese es uno de los pilares en los que creemos que México tiene que seguir trabajando para atraer inversiones”, dijo De la Fuente.
“Y no tengamos empresas potencialmente invirtiendo en otro lugar que no sea México o decidiendo que a lo mejor se establecerán en otro lugar (…) porque los costos de la inseguridad son muy altos o que la corrupción de plano es insostenible”, subrayó.
Esto se da luego de que la Oficina Contra la Droga y el Delito de la ONU informara que actualemnte México es el tercer país con mayor superficie de cultivo del mundo, dedicada a la producción de la amapola, de la cual se extrae el opio.
Con esto en mente, los niveles de inseguridad y violencia que siguen a la alza no son atractivos para que los inversionistas se decidan por México como una opción.
“Necesitamos seguridad, necesitamos estado de derecho, necesitamos combate frontal a la corrupción”, enfatizó De la Fuente.
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