Zoom Video Communications acordó pagar 85 millones de dólares en un acuerdo de preliminar en respuesta a una demanda colectiva presentada por las preocupaciones de los usuarios, así se informó durante el fin de semana.
Los motivos de la demanda tienen relación con que la compañía supuestamente habría compartido datos personales con Facebook, Google y LinkedIn, de forma ilegal y por los famosos casos de zoombombing.
Qué es el zoombombing
También conocido como zoombing, es cuando un pirata informático se une a una llamada para hacer de las suyas. Gracias a la configuración y diseño de Zoom, diversos usuarios pueden entrar en una videollamada si disponen de la URL de la sesión y si el anfitrión no tomó las medidas de protección necesarias.
Lo anterior, se tradujo en decenas de incursiones innecesaria e indebidas en videollamadas, donde en el mejor de los casos, los intrusos interrumpieron las sesiones para gritar blasfemias y compartir pornografía, pero que en muchos otros, hubo espías pasivos que pasaron desapercibidos, logrando conseguir información de la reunión o grabarla, sin necesidad del permiso de los demás.
En marzo de 2020, el FBI emitió una advertencia sobre el tema, citando ejemplos en ceremonias religiosas, clases remotas y reuniones de trabajo, las cuales fueron interrumpidas por los “secuestradores de teleconferencia”.
Razón de la demanda
Desde aquella época, Zoom ya enfrentaba reclamos sobre la protección de privacidad de sus usuarios, recibiendo señalamientos tanto por sus usuarios, como investigadores de seguridad y autoridades estadounidenses.
Por ello, el creador de la plataforma estadounidense, Eric Yuan, se comprometió a reforzar la seguridad de los datos, y se disculpó por los errores.
“Reconocemos que no cumplimos con las expectativas de privacidad y seguridad de la comunidad y las nuestras”, dijo en un mensaje publicado en el sitio de la plataforma. Por eso, lo siento mucho”, señaló.
Asimismo, el empresario aseveró que en un inicio Zoom estaba diseñado principalmente para grandes empresas, con su propio equipo tecnológico para proporcionar apoyo y protección, pero el panorama cambió con la crisis de Covid-19.
“No diseñamos el producto con la previsión de que, en cuestión de semanas, todas las personas del mundo estarían de repente trabajando, estudiando y socializando desde casa”…
“Estos nuevos casos de uso, en su mayoría de consumo, nos ayudaron a descubrir problemas imprevistos con nuestra plataforma”, concluyó.
Promesas por cumplir
Tras aceptar pagar 85 millones de dólares, la empresa reiteró que la plataforma tendría una docena de “cambios importantes en sus prácticas, diseñados para mejorar la seguridad de las reuniones, reforzar las divulgaciones de privacidad y salvaguardar los datos del consumidor”, según los documentos del acuerdo.
Entre esto, se incluyen “notificaciones en la reunión para que los usuarios comprendan más fácilmente quién puede ver, guardar y compartir la información de los usuarios de Zoom” y “alertar a los usuarios cuando el organizador de una reunión u otro participante utiliza una aplicación de terceros durante una reunión”.
Por ahora, los suscriptores pagados en la demanda colectiva son elegibles para reembolsos del 15 por ciento en sus suscripciones principales de Zoom , o 25 dólares, la cantidad que sea mayor, y otros usuarios de Zoom podrían ser elegibles para hasta 15 dólares, según el acuerdo.
Es importante señalar que, la situación llega en un momento en el que Zoom busca sobrevivir al regreso a la vida cotidiana, pues a pesar de que en abril de 2020, Zoom Video Communications tenía 300 millones de participantes en reuniones diarias en todo el mundo. Solo seis meses antes de eso, a fines de 2019, este número era de 10 millones de participantes en la reunión, según datos de Backlinko.
Con esto en mente, el riesgo de volver a los números prepandémicos sin duda pone alerta a la aplicación y a todos los involucrados con ello. Asimismo, la seriedad sobre la cual cada vez más usuarios buscan conocer el tratamiento de sus datos dentro de las grandes empresas, lo cual ha puesto en jaque a más de una gran tecnológica en los últimos meses.
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