La competencia por gobernar el universo espacial aumenta, por lo que la compañía espacial de Jeff Bezos le ofreció un trato a la NASA por miles de millones de dólares en costos a cambio de lograr llevar a un grupo de astronautas a la Luna.
Lo que busca Bezos es que su compañía Blue Origin, la que recientemente se encargó de llevarlo junto a un grupo especial al espacio, cubra hasta 2 mil millones de dólares de los costos operativos para la creación de un módulo de aterrizaje lunar, los cuales sean suficientes para abarcar por lo menos los primero dos años de producción de este.
Si la NASA acepta el trato, la empresa renunciará a los pagos durante los dos primero años, pero la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio deberá de adjudicar el proyecto a Blue Origin. La empresa de Bezos también busca desarrollar y lanzar una misión pionera bajo sus propios costos, además de trabajar con la NAS en un contrato de precio fijo.
Acuerdo ‘golpea’ a Musk con oferta
Los grandes empresarios tienen en la mira el desarrollo espacial, por lo que la propuesta de Bezos no es la primera que se le ha hecho a la NASA, sin embargo, sí podría ser una mucho más económica y viable para la agencia del gobierno estadounidense.
En abril de este año, la empresa espacial de Elon Musk, SpaceX, recibió originalmente un contrato para el programa Human Landing System, pero la NASA suspendió el acuerdo en mayo luego de que la empresa de Bezos se manifestara en contra del contrato por 2 mil 900 millones de dólares, asegurando que era “injusto”. Hasta el momento este trato se mantiene suspendido hasta que se dicte algún fallo sobre las protestas.
Bezos, ¿contra monopolios?
En la nueva carta oferta de Blue Origin, el empresario asegura que busca hacer competitivo el programa de Human landing System, por lo que la NASA debería seleccionar a dos compañías distintas para construir la maquinaria necesaria para llevar a los astronautas a la Luna, en lugar de solo una.
Cabe señalar que antes de seleccionar a un único ganador, la agencia espacial estadounidense otorgó contratos de 10 meses a SpaceX, Blue Origin y Dynetics con la intención de que las empresas comenzaran el trabajo sobre los módulos de aterrizaje lunar y que la NASA pudiera escoger entre diversas opciones.
“En lugar de este enfoque de fuente única, la NASA debería adoptar su estrategia original de competencia. Sin competencia, poco tiempo después del contrato, la NASA se encontrará con opciones limitadas mientras intenta negociar plazos incumplidos, cambios de diseño y sobrecostos”, escribió Bezos.
Por su parte, el Senado aprobó un proyecto de ley de tecnología y ciencia en junio, el cual añadió una enmienda que asignaría 10 mil millones adicionales al programa de aterrizaje lunar, pero la NASA debe escoger a una segunda compañía además de SpaceX.
En junio, el Senado aprobó un proyecto de ley de tecnología y ciencia que incluía una enmienda al proyecto de ley que asignaría $ 10 mil millones adicionales al programa de aterrizaje lunar y requeriría que la NASA eligiera una segunda compañía además de SpaceX.
Musk rechazó la enmienda, señalando que el proyecto de ley le regalaría a Bezos “una donación de una sola fuente de 10 mil millones de dólares”, por lo que Bezos le respondió este lunes en una carta abierta.
“En abril (antes de su confirmación como administrador de la NASA), sólo a un postor de HLS, SpaceX, se le ofreció la oportunidad de revisar su perfil de precios y financiación, lo que llevó a su selección”, escribió Bezos.
“A Blue Origin no se le ofreció la misma oportunidad. Fue un error, fue inusual y fue una oportunidad perdida. Pero no es demasiado tarde para remediarlo. Estamos listos para ayudar a la NASA a moderar sus riesgos técnicos y resolver sus limitaciones presupuestarias y volver a poner el Programa Artemis en un camino más competitivo, creíble y sostenible “.
Este nueva rivalidad, ahora por una inyección de 10 mil millones de dólares, sigue el caminó de una larga travesía que le espera a ambas empresas, las cuales son lideradas por dos de las personas más ricas del planeta, por conquistar el mundo espacial, el cual parece ser el mercado del futuro para las grandes empresas.
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