- La llegada del covid-19 incrementó casos sobre depresión y suicidios, poniendo sobre la mesa el tema de la salud mental
- Las marcas dirigen sus estrategias hacia la salud mental, vendiendo sus productos como “anti-estrés”
- Los jóvenes, los más vulnerables de sufrir casos de ansiedad, estrés y depresión
A raíz del Covid-19, se han realizado diversos estudios, artículos y reportajes que ponen sobre la mesa los efectos del virus en el estado anímico de las personas, siendo uno de los principales detonantes de diversas crisis emocionales.
Desde agosto del 2020, Carissa F. Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud, alertó sobre la crisis en salud mental que en América comenzaba a aumentar debido a la pandemia:
“La pandemia de COVID-19 ha provocado una crisis de salud mental en nuestra Región a una escala nunca antes vista. Se trata de una tormenta perfecta en todos los países, ya que vemos necesidades cada vez mayores y recursos cada vez menores para abordarlas. Es urgente que el apoyo a la salud mental se considere un componente fundamental de la respuesta a la pandemia”, mencionó Etienne en aquella ocasión.
Por supuesto, los embates del Covid-19 no se pueden medir con exactitud, pues la pandemia todavía no ha terminado y, de hecho, en México comenzamos ya a sentir los estragos de una tercer ola de contagios.
La Ciudad de México, en ese sentido, lleva semanas de vuelta en Semáforo Amarillo, el mismo que, a partir hoy (19 de julio), regresará al Estado de México después de varias semanas de permanecer en Semáforo Verde.
Bajo este panorama, estamos ante un escenario en el que el tema de la salud mental, la depresión y hasta el suicidio, podrían recobrar importancia, siempre y cuando no se lleven a cabo acciones para controlar de la mejor manera esta tercera ola que ya vivimos en nuestro país.
Como se ha informado, los protagonistas en esta nueva etapa de contagios por Covid-19 son los más jóvenes, el más vulnerable ante casos de suicidio en México.
En octubre pasado, Edilberto Peña, neuropsiquiatra y maestro en Ciencias Médicas, indicó que en los últimos 10 años la tasa de suicidios en México pasó de 3 a 5.2 por cada 100 mil habitantes, siendo la población de los 20 años la más afectada.
Asimismo, Peña había vaticinado que, debido a la pandemia, los casos de suicidio podrían aumentar un 20 por ciento, esto según datos que recogió Forbes.
Marketing dirigido a la población estresada
Ahora bien, para las empresas y las marcas el tema de la salud mental también ha significado un importante nicho para llegar a los consumidores.
En publicidad, el “gancho” emocional es uno de los recursos más utilizados al momento de querer vender algo (una idea, un producto) o simplemente mandar un mensaje. El Teletón es un claro ejemplo de esto, que, si bien ofrece un producto, sí es el incentivo para hacer que la población decida donar a la causa.
Un reciente análisis publicado en The Wall Street Journal reveló que en junio de este año, casi un tercio de la población estadounidense reportó tener síntomas de ansiedad o depresión, de acuerdo con una encuesta de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Con tanta población estresada, señala el Journal, “más empresas de productos de consumo ven el alivio de la ansiedad como una oportunidad. Los fabricantes de artículos de uso diario, desde automóviles y papel para notas hasta maquillaje, cereales y bebidas, están enmarcando mensajes de marketing y lanzando productos dirigidos a consumidores preocupados”.
Dicho análisis no se enfoca solo en los productos relajantes o anti-estrés, sino que refiere que prácticamente todo ha entrado en ese terreno.
Para ejemplificarlo, habla de un anuncio de Ford, que presentó su nueva Lincoln Nautilus por medio de un comercial que invita a la calma y la relajación.
Ya no vemos el clásico sonido de los motores, en medio de un paisaje abierto a las carreras, sino que, por el contrario, nos comparte una visión un tanto dramática, con mensajes que hablan de confort.
“Muchos consumidores dicen que son receptivos a los consejos de salud mental que les brindan las empresas. Buscan apoyo para su bienestar emocional y muchos dicen que agradecen los productos que prometen hacerlos sentir mejor”.
“Alrededor del 50% de los consumidores de entre 18 y 24 años informaron que han cambiado su enfoque de la salud mental, en comparación con el 28% de las personas de entre 57 y 75 años, según una encuesta de Ernst & Young realizada a principios de este año”, indica el análisis del Wall Street Journal.
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