El mercado de influencers no se detuvo durante la contingencia sanitaria, de hecho tuvo uno de los desempeños más audaces dentro de la industria de medios, tal como lo advierten cifras proyectadas por Influencer Marketing Hub.
La firma encontró que la inversión en influencer marketing pasó a nivel mundial de los 6 mil 500 millones de dólares en 2019 a los casi 10 mil mdd en pleno 2020, el año más severo de la contingencia sanitaria y para 2021 esta cifra se espera que rebase los 13 mil 800 mdd.
El crecimiento de esta industria no ha decepcionado en el mundo, sin embargo en México, en la etapa de recuperación tras la contingencia sanitaria que se padece todavía, se han suscitado una serie de hechos que obligan a pensar en imitar protocolos que se están pensando en mercados como el europeo, con ideas como el Influencers Trust Project.
¿Momento de regular a los influencers mexicanos?
El “Influencers Trust Project” es un proyecto que se ha activado en Europa por ICMedia, la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de los Medios, además de contar con fondos de la Comisión Europea y ayuda en su implementación la consultora Newlink Spain.
La apuesta del proyecto es regular a los influencers de la mano de protocolos, que ayuden a crear contenidos transparentes y cada vez más responsables, en aras de lograr reputación en estas personalidades y por ende mejores prácticas en lo que comunican y la responsabilidad que asumen en todo lo que dan a conocer.
Este tipo de protocolos obligan a pensar cómo replicarlos en países como México, donde el tema se ha salido del control, con personalidades cayendo en errores por culpa de malos contenidos.
“El gran pecado de los influencers es pertenecer y querer ser influencer a toda costa, ser influencer es consecuencia de, creo que ahí radican todos los errores y malos viciso que tenemos en la industria digital”, es una de las primeras conclusiones de Iván Calderón, director operativo de Eme Media Com y fundador de SB Management.
El argumento de Calderón parte de que hoy en día el ser influencer es visto como un fin y ya no como consecuencia de un talento y una estrategia de contenidos bien pensada.
“Creo que de ahí nace el error y estamos teniendo una generación en la que busca a toda costa tener influencia y deja la influencia, ¡el número! Ellos con tener ese número de seguidores creen que ya pertenecen”, lamenta al advertir que la juventud que caracteriza a eta industria ha sido la parte natural que justifica la serie de problemas que se han vivido en el segmento, por lo que ahora que la contingencia sanitaria aceleró todo el ecosistema digital, el contar con protocolos como el “Influencers Trust Project” obliga a acelerar el paso en su adopción.
Ante estos avances que se están dando en otros países que no son México, llama la atención ver los “socavones” que existen en materia de regulación digital en el país, pero hablando en específico de los contenidos que se generan en esta industria y la certificación que tienen para poder garantizar la ética de sus historias y el impacto positivo para las marcas que lleguen a colaborar con ellos.
“Creo que lo que está haciendo la Unión Europea con este sello de ‘Influencers Trust Project’ es un buen avance, sin embargo, no creo que todavía pueda aplicar en la industria mexicana porque todavía no estamos preparados”, advierte el hombre detrás de Eme Media Com y SB Management.
No cabe duda que estamos en un momento histórico para la regulación ética de cómo se conducen los influencers mexicanos, el problema está en que estos cambios no deben salirse de la transparencia y credibilidad, que es lo que se busca impulsar en estas personalidades, no regulaciones que censuren su libertad de expresión. Sería un despropósito y no hay tiempo para atrasos.
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