-
Muchas empresas de comida rápida han sufrido escasez de productos en locales estratégicos
-
Sin embargo, la mayoría apunta que han podido solucionar esta falta de suministros relativamente rápido con la ayuda de otras sucursales
-
Algunos especialistas creen que estos cuellos de botella en la disponibilidad de insumos podría durar hasta bien entrado el 2022
Ya no solo son las grandes productoras de automóviles las que, por la escasez de chips, están modificando sus cadenas de suministro. De acuerdo con Reuters, cerca de 10 de las más grandes compañías de comida rápida en todo el mundo han tenido que cambiar su menú. Esto, porque están sufriendo una enorme falta de ingredientes e insumos, incluyendo papas fritas, té verde helado, salchichas, alitas de pollo y hasta bolsas de papel o contenedores.
Entre las cadenas de comida rápida afectadas por este fenómeno se cuentan Lotteria, una de las más grandes marcas de la industria en Corea del Sur, así como la norteamericana Wendy’s. El problema solo parece afectar a ciertas sucursales, y no es un reto que aqueje a todas las sucursales. Por ejemplo, un establecimiento de Subway en Nueva York no tiene pollo, roast beef y cátsup, mientras que un local de Chipotle en New Jersey se quedó sin barbacoa.
Al contrario de la situación en la industria automotriz el problema no es a raíz de una baja disponibilidad de los insumos en sí. Al contrario, parece ser un reto de logística. Reuters, tras entrevistar a representantes de franquicias y las marcas, concluyó que las redes de trenes, barcos, y camiones no han estado a la altura de los requisitos de estas cadenas. Además, la superior demanda de comida rápida parece haber agarrado por sorpresa a sus proveedores.
¿Un peligro mortal para la industria?
No es del todo extraordinario que el mercado de la comida rápida repentinamente esté bajo tanta presión, y eso haya llevado a severos cuellos de botella en su cadena de suministro. El apetito de los consumidores por este tipo de alimentos es una de las que más rápidamente se ha disparado luego de la pandemia. En datos de The Real Deal es resultado, en parte, del gran espacio que dejaron aquellos restaurantes que no pudieron sobrevivir la pandemia y cerraron.
Notas relacionadas
Sin embargo, si no pueden poner bajo control los problemas de suministro, hay un peligro real que la industria pierda rápidamente el súbito interés que han despertado entre el público. De inicio, como lo apunta Restaurant Hospitality, se espera que el delivery continúe siendo un gran impulsor de crecimiento para el sector en el largo plazo. Esto significaría lidiar con apps como Uber, Didi y Rappi, que tienden a reducir su margen de ganancias con sus comisiones.
Pero el mayor peligro para la comida rápida probablemente sean los precios. En datos de Restaurant Business, los precios de sus menús se han disparado a lo largo de la pandemia. Y uno de los grandes atractivos de la industria siempre han sido sus productos accesibles a cualquier cartera. Si a un costo mayor se suma un menú más limitado, aún si los problemas de suministro no sean su culpa, no es difícil imaginar que pierdan clientes masivamente a futuro.
Si no sabes cómo invertir, no hay problema: Con el Copy Trading de eToro, puedes aprender de los inversionistas más experimentados.
El regreso de la comida rápida
Sería lamentable para estas marcas perder el enorme impulso que les ha dado la pandemia por una combinación de desgracias, entre precios, suministro y presión de delivery. Y es que la industria de la comida rápida ha invertido mucho dinero tratando de recuperarse del golpe de la COVID-19. Por ejemplo, McDonald’s inició un ambicioso programa de lealtad, donde todos los usuarios recibirán puntos por cada compra para canjear por varios alimentos gratuitos.
Otra muestra de este deseo por regresar a la “normalidad” se puede ver en Wendy’s. Hace un par de días, la cadena de comida rápida regreso al Reino Unido, uno de los países que más rápido ha conseguido vacunar a sus pobladores con la ayuda de AstraZeneca. Este debut lo impulsó con una profunda campaña en redes sociales y medios offline. Y, muy al estilo de la compañía, el mensaje estuvo centrado en burlarse de rivales más grandes, como McDonald’s.