Si bien al comienzo de la crisis derivada del coronavirus los gobiernos prefirieron evitar el ingresos de empresas privadas al sistema de compra y distribución de vacunas, la realidad ha cambiado con el paso de los meses.
En especial, cuando los planes de vacunación en algunos países siguen siendo lentos.
Uno de estos ejemplos es el de Heineken México, que la semana pasado adelantó un plan de vacunación en su sede de Monterrey para inmunizar a empleados, familiares, dependientes y comerciantes. También vacunaría a público en general.
Este viernes se conoce otra novedad en este sentido: los gigantes tecnológicos TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Co) y Foxconn recibieron el permiso de Taiwán para importar vacunas para el Covid-19.
Las dos mega compañías, que son dos eslabones clave en la fabricación de piezas para teléfonos celulares (Foxconn) y chip de computadoras (TSMC) comprarán 10 millones de dosis en nombre del gobierno con la idea de acelerar la inoculación en la isla y evitar que una nueva ola de la enfermedad impacte en sus compromisos de entrega.
Taiwán, nación autónoma que es reclamada por China, fue vista al inicio de la pandemia como un modelo a seguir mundial para contener el virus, sin embargo, con el paso de los meses ha experimentado un fuerte aumento de las infecciones locales y ahora están muy preocupados.
Según dio a conocer Taiwán, TSMC y la Fundación Yonglin de Foxconn comprarán y donarán 5 millones de dosis de vacunas cada una del laboratorio alemán BioNtech.
Para evitar los posibles obstáculos que podrían encontrar como empresas privadas, el gobierno ya les dio las autorizaciones formales para negociar en su nombre.
El presidente de Foxconn, Terry Gou, publicó este viernes en Facebook que su empresa (un enorme conglomerado, por cierto) está trabajando para asegurar todas las vacunas posibles para Taiwán.
El magnate, que intentó postularse para presidente de Taiwán en 2019, dijo que no tiene una “agenda política ni comercial” detrás de esta iniciativa.
En el texto publicado en la red social de Mark Zuckerberg, Gou dice que le pidió al gobierno de Taiwán que le permita usar sus “varias décadas de conexiones internacionales y experiencia comercial, lo que podría ser de gran ayuda para lograr grandes avances en la compra de vacunas”.
Las vacunas y el impacto en la producción de chips
Taiwán se ha visto afectado por un brote grave de Covid desde mediados de mayo. En menos de 30 días murieron más de 460 personas.
El aumento de casos también ha amenazado con interrumpir la producción de 24/7 de la que dependen muchas plantas de fabricación de tecnología.
Esto, en efecto, podría empeorar aún más la escasez mundial de chips que padecen la mayoría de las industrias.
Taiwán tiene problemas para asegurarse vacunas debido a problemas geopolíticos.
China ve a la isla como parte de su territorio y, a la vez, no es un miembro formal de la Organización Mundial de la Salud.
La presidenta Tsai ha acusado a China de interferir en el intento de su gobierno de comprar vacunas BioNtech, algo que Beijing niega.
Japón le donó el mes pasado 1,25 millones de vacunas AstraZeneca a Taiwán y los Estados Unidos dijo que hará lo mismo con otras 750 mil dosis.
Hasta ahora, solo 1,3 millones de los casi 24 millones de habitantes de la isla han recibido al menos una dosis.
Taiwán, que tiene la industria de semiconductores más grande del mundo junto con los Estados Unidos, es una de las fuentes más importantes de chips avanzados que se utilizan en todo el ecosistema tech, desde teléfonos inteligentes y automóviles hasta servidores de centros de datos y computadoras.
Las dos empresas taiwanesas más grandes, Foxconn y TSMC, son proveedores cruciales en la cadena de suministro de tecnología y juntas representan más del 30% de la Bolsa de Valores de Taiwán por capitalización de mercado.
