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De acuerdo con las autoridades de Japón, se espera que la vacunación de personas de más de 65 años termine para inicios de julio
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Es decir, apenas a tiempo para la realización de los Juegos Olímpicos, que están contemplados a iniciar en la tercera semana de ese mes
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Las autoridades niponas han aceptado que la cancelación del evento depende, en última instancia, del Comité Olímpico Internacional
A solo unas semanas para que inicien los Juegos Olímpicos, las autoridades de Japón están tomando nuevas medidas para que el evento deportivo sea más divertido (y redituable). Según Reuters, el gobierno nipón decidió que relajaría el estado de emergencia en nueve prefecturas, incluida la de Tokio. Lo anterior permitiría un festejo un poco más libre, pero sin dejar de tomar ciertas precauciones. Por ejemplo, limitar la cantidad de gente que se puede reunir en eventos.
De todas formas, el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, pidió a la población que vieran los Juegos Olímpicos desde la televisión para evitar transmisiones de COVID-19. Aunque no se mantendrá el estado de emergencia actual, se mantendrán medidas similares en siete de las nueve prefecturas afectadas, también incluida Tokio, hasta el 11 de julio. Bajo las nuevas reglas, bares y restaurantes podrán operar hasta las siete y ocho PM, pero sin servir alcohol.
Las autoridades locales podrán revertir estos permisos si lo consideran necesario para evitar la transmisión del virus. Para los Juegos Olímpicos, se espera que las autoridades de Japón informen tan pronto como este lunes si se permitirán espectadores locales en los estadios del evento deportivo. De ser así, es posible que se permitan hasta 10 mil personas en las arenas, siempre que el área donde se haga la competencia ya no esté bajo un estado de emergencia.
Juegos Olímpicos, ¿el próximo super-spreader event?
Reducir las medidas de emergencia en Tokio y otras zonas de Japón será una decisión muy controversial. De acuerdo con el Japan Times, hace unos días que se logró bajar el número diario de nuevos casos por COVID-19 por debajo de mil por primera vez desde marzo. Lo anterior podría representar una tendencia positivas justo a tiempo para los Juegos Olímpicos. Pero para algunos agentes es poco aconsejable reducir ahora la severidad de las medidas.
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Y es que, bajar la guardia en este momento podría provocar una ola de infecciones que justo coincida con los cada vez más cercanos Juegos Olímpicos. Este sentimiento se ha replicado con respecto a otros planes que se tienen para el evento deportivo. En datos de Bloomberg, miembros de la oposición en Japón quieren impedir la entrada de cualquier “VIP extranjero” al país. Defienden que solo deberían llegar al país las personas son “estrictamente necesarias”.
A eso se debe sumar las preocupaciones que ya se han dado anteriormente ante la posibilidad que los Juegos Olímpicos se conviertan en un evento de súper-contagio. Según un experto citado por Alarabiya News, muchos países del mundo no tienen un número alto de infecciones, ni la presencia de variantes de la COVID-19. Sostener el evento deportivo podría provocar un intercambio masivo de virus entre atletas y equipo de apoyo, empeorando la situación global.
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Presión sobre las autoridades de Japón
No es nuevo que la celebración de los Juegos Olímpicos esté provocando dudas por el riesgo de la COVID-19. A mediados de mayo, varios medios locales y regionales hicieron sondeos entre la población, encontrando que la gran mayoría no querían que se llevaran a cabo. Varias organizaciones de especialistas, especialmente profesionales médicos, pedían que al menos se pospusieran de nuevo. Esto, por el miedo a un empeoramiento en el número de casos.
La presión no solamente ha venido desde el entorno social. También se han dado razones de tipo económico para cancelar los Juegos Olímpicos. Un economista estimó, a finales de mayo pasado que el costo de no celebrar el evento deportivo podría alcanzar unos 16 mil millones de dólares (mdd). Sin embargo, realizarlos y provocar una nueva ola de casos y otro estado de emergencia podría causar que se multipliquen en 3.5 veces las pérdidas económicas del país.
