Los canales digitales han revolucionado prácticamente todas las industrias del mundo. Gran parte de la inversión en publicidad ha transitado de impresos y TV a las redes sociales. Incluso las grandes empresas de retail están aceptando que deben encontrar formas de vender cada pieza en su catálogo a través de tiendas online. Incluso algunos servicios están construyendo procesos de venta en estos canales. Pero un entorno que suele pasar desapercibido es el arte.

Cuando se habla de este ecosistema, es fácil pensar en elementos físicos, como pinturas, esculturas, objetos, joyería, incluso textos y construcciones. Sin embargo, no solo es cada vez más común que las obras de arte jamás se expresen en un medio físico, pues nacieron como un bien digital. Las piezas tangibles están cada vez más comerciándose e intercambiándose a través de canales y plataformas digitales, abriendo una era totalmente nueva para el sector.

Estadísticas del arte en línea

Tal es su relevancia, que Statista generó un reporte sobre este creciente mercado. Entre las cifras más llamativas del estudio, está que el valor del mercado de antigüedades y obras de arte se ha cuadruplicado entre 2013 y 2020. Entonces, llegó a 12 mil 400 millones de dólares (mdd) en transacciones. Curiosamente, el intercambio de bienes 100 por ciento digitales no es tan popular como se podría esperar dentro de una economía centrada en canales online.

Los artículos más buscados por compradores de arte que usan sitios web o redes sociales son pinturas, con una penetración del 82 y 74 por ciento. En comparación, los archivos de video similares son buscados por el 17 y 21 por ciento de este público, en páginas especializadas y social media respectivamente. Lo anterior ha llevado a casas de subastas como Sotheby’s a quintuplicar la cifra de piezas que venden a través de sus portales en línea entre 2014 y 2020.

Al mismo tiempo, la compra de piezas de arte en línea todavía tiene mucho que avanzar. En 2014, solo 38 por ciento de los compradores de este sector decía que hacía transacciones en canales digitales. Para 2020 ya era un 67 por ciento, pero probablemente a raíz de la crisis de la COVID-19. Y es que, ese año, solo 15 por ciento decía que prefería los canales online. Un porcentaje apenas ligeramente más alto que el 11 por ciento que se registró durante 2014.

Si quieres saber más, revisa la siguiente infografía: