- La innovación se vio severamente afectada durante el año de confinamiento por la emergencia sanitaria de coronavirus.
- Los productos han visto cada vez más complejo el poder surgir con el parón de innovaciones
- La innovación ha sido la gran olvidada en estos meses. Se ha hablado mucho de precios, surtido… pero no de innovación
La pandemia de coronavirus ha puesto en jaque la aparición de nuevos productos en los lineales de las cadenas de distribución. Lo advertía esta semana la directora general de NielsenIQ para el Sur de Europa, Patricia Daimiel, durante su participación en el 26º Congreso Aecoc de Estrategia Comercial y Marketing. Esta situación, aunque enfocada al mercado español, bien se puede traspolar a industrias alrededor del mundo cuya innovación también se ha visto comprometida y por ende, la salida de nuevos productos que se adapten a un cada vez más cambiante consumidor, con nuevas normas al momento de concretar una compra y más cauteloso de en qué invierte su capital.
Otro estudio, esta vez de la consultora EY-Parthenon, revela que la pandemia ha dibujado un nuevo escenario para los fabricantes de Productos de Consumo y Distribución. Los consumidores han cambiado. Lo cierto es que la incertidumbre que se vivió y se vive en cada una de las etapas de la pandemia, ha dejado huella en la capacidad de innovación de cientos de personas,
La innovación ha sido la gran olvidada en estos meses. Se ha hablado mucho de precios, surtido… pero no de innovación, se lamentaba. La pandemia ha incrementado la demanda del mercado de gran consumo dentro del hogar, lo que ha provocado que se retrase la entrada de nuevos productos al mercado.
Ante el gran incremento de la demanda por parte del consumidor, sobre todo en los momentos marcados por las medidas de confinamiento estricto, la distribución priorizó tener producto disponible en los lineales.
Sin innovación no hay nuevos productos
Según los datos de la consultora Nielsen, el nivel de innovación ha descendido un 31% en España durante el año de la pandemia, frente al descenso del 19 por ciento de los cinco principales países de la Unión Europea. En este sentido, los recientes datos del estudio ‘Radar de la Innovación 2020’ realizado por la consultora Kantar recogen una caída del 44 por ciento entre 2010 y el primer año marcado por la pandemia.
Por su parte, los primeros datos del sexto barómetro ‘Consumo y compra dentro y fuera del hogar después de la covid-19’, realizado por la asociación Aecoc reflejan que hay cada vez más consumidores que piden encontrar artículos innovadores en los lineales.
Y un 29 por ciento asegura que en estos momentos encuentra menos productos nuevos, mientras que un 25 por ciento dice que no logra encontrar artículos adecuados a las nuevas necesidades derivadas de la crisis sanitaria.
En cualquier caso, las marcas de fabricante son quienes siguen apostando por aportar nuevos productos a los lineales, mientras que las de distribución lo hacen en una medida casi testimonial. En concreto, un 98 por ciento de los productores, frente al 2 de las cadenas.
Aunque precisamente la pandemia y las nuevas necesidades surgidas de la misma suponen también una ventana de oportunidad para que las compañías aporten nuevos productos al mercado. Pero para ello es necesario repensar qué estrategia de innovación aplicar, pues una mala decisión puede acarrear grandes costes.
Si bien es cierto que el Coronavirus ha puesto en jaque a las principales economías del mundo y, por supuesto, también ha afectado de lleno a las pymes y autónomos. De nada sirve lamentarse en el entorno empresarial. Los nuevos tiempos exigen flexibilidad. El tsunami provocado por la pandemia ha modificado los hábitos de consumo y es ahí donde surgen las nuevas oportunidades de negocio, pero para ello, es de suma importancia priorizar la innovación, pues sin ella el desarrollo de nuevos productos se antoja imposible.
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