Nunca había sido más fácil: vivir en paz y con tranquilidad, mientras tu dinero trabaja en inversiones seguras, generas empleos y al mismo tiempo logras convertirte, junto con tu familia, en residente de un país de primer mundo, todo esto es lo que ofrece la Visa EB5 para inversionistas extranjeros en Estados Unidos.
El modelo es sencillo, invertir en proyectos de bienes raíces junto con empresas que emplean sus recursos a la par de los clientes, ofrecen beneficios a la comunidad y a cambio los inversionistas se pueden convertir en tan solo 24 meses en residentes junto con su pareja e hijos menores de 21 años.
Y no, no hace falta un master en finanzas para hacerlo, solo se necesita una convicción firme, un capital de procedencia legal y dejarse guiar por los expertos; este programa inició en 1990 con el objetivo de atraer ganancias económicas a ese país y aunque ha tenido sus cambios en esencia se ha mantenido como la mejor opción para empresarios o personas con visión de miras.
Todos quisiéramos que la inversión mexicana se quedara en el país pero cada vez son más los factores que orillan a los empresarios a salir, entre ellos, la inseguridad, la violencia, la corrupción… el panorama no es fácil en México, nunca lo ha sido, pero ahora hay que sumar inestabilidad económica, política y social.
Bajo este contexto, Estados Unidos ofrece la posibilidad de invertir y disfrutar de todos los beneficios que ofrece el primer mundo pero sin olvidar las raíces mexicanas y estar a un vuelo de dos o tres horas del terruño.
De acuerdo con Houston EB5, cerca de 80 por ciento de los inversionistas en sus proyectos en la actualidad son empresarios mexicanos, que desean salir del país junto con sus familias principalmente luego de haber sufrido episodios de violencia, los estados de los que provienen son aquellos en los que se ha incrementado la inseguridad, tales como Jalisco y Guanajuato.
Pero la inseguridad no es la única razón por la que las familias buscan una nueva residencia y una oportunidad para invertir, también influyen las posibilidades para el resto de la familia como múltiples opciones de empleo y educación en las mejores escuelas del mundo, ahorros fiscales, espectáculos, deportes, todo bajo un ambiente cosmopolita y amigable, sobre todo ahora que salió de la presidencia Donald Trump.
La migración es un derecho y más aún cuando los migrantes deciden colaborar y retribuir al país al que llegan, ofrecer su capacidad económica, enriquecer culturalmente su entorno… las posibilidades son amplías y sin duda cada vez más personas se sumarán al modelo con la esperanza de que en el corto plazo la situación mejore en el país y sea México el que ofrezca la vida tranquila y de oportunidades que todos añoramos.