Como era de esperarse, una de las consecuencias más visibles alrededor del Covid-19 fue la caída del empleo y la posibilidad de muchas empresas para mantener a sus plantillas completas. En el mercado español, quizás uno de los casos más representativos de esta realidad que se replica con muchas marcas es BBVA.
En principio es justo reconocer que desde que la pandemia comenzó, las estimaciones hablaban de una baja considerable en términos de empleo.
Hace poco menos de un año, un reporte firmado por Fitch Ratings, indicaba que como consecuencia de las restricciones implementadas para detener el avance de la pandemia, la actividad económica mundial sufriría una contracción de 1.9 por ciento durante el año pasado, a lo que se sumaría la caída del PIB a razón de 20 por ciento cada semana en las naciones que se hubieran visto obligadas a hacer cuarentena.
El escenario pintaba para que el mundo alcanzara niveles de desocupación máximos e históricos, con pérdidas que se calculaban hasta en 15 por ciento de la fuerza laboral en comparación con lo registrado durante el cuarto trimestre de 2019.
Entre despidos y huelga
Con esto en mente, no han sido pocas las marcas que han anunciado recortes importantes en sus plantillas laborales así como ajustes en las prestaciones y beneficios entregados a sus empleados.
En el caso de BBVA en España, a finales de abril pasado, el banco planteó a los sindicatos de aquel mercado el despido de 3 mil 800 empleados, lo que se traduce en 16.3 por ciento de su plantilla total que está conformada por 23 mil 300 personas.
Adicional, se anticipó el cierre de cerca de 530 oficinas, lo que representa el 21.3 por ciento de su red.
Estos movimientos tienen como objetivo ganar rentabilizad y eficiencia en un momento en el que el sector atraviesa una intensa competencia con bajos tipos de integres y la necesidad de adaptarse al entorno digital que trajo nuevos competidores.
Como era de esperarse, esta decisión no fue bien recibida por los sindicados. El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) consideró que la cantidad de despidos es un asunto “insostenible y escandaloso”, ya que detrás de estos números “hay personas y sus familias, que se van a quedar sin fuente de ingresos mientras la alta dirección mantiene e incrementa unos sueldos millonarios”.
Estas tensiones han escalado y ahora el mencionado sindicato ha hecho un llamado para ejecutar una huelga masiva en las instalaciones de BBVA dentro del mercado español.
El CCOO informó este jueves que ha convocado a los más de 20 mil empleados de BBVA en España a participar en una jornada de huelga a celebrase la siguiente semana como una señal de protesta ante los planes de despidos de la institución bancaria.
Como lo reportan desde Reuters, un portavoz del sindicato ha indicado que “las negociaciones con el banco no han avanzado sobre los planes de despido y estamos convocando formalmente una huelga el 2 de junio”.
Hasta el momento BBVA no ha emitido alguna postura al respecto; no obstante, es justo reconocer que no es la primera ni será la última marca de la banca en verse involucrada en este tipo de situaciones dentro del mercado español.
En días recientes se han registrado en España diversas protestas en contra de cinco bancos españoles que buscan recortar un total de 18 mil puestos de trabajo.
El reto como empleadoras
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a nivel mundial se perdieron alrededor de 400 millones de empleos de tiempo completo, mientras que cerca de 300 millones de empleados vieron reducida su jornada de trabajo lo que se tradujo en menores ingresos.
El asunto no es menor y casos como el de BBVA demuestran que las tensiones crecerán a medida que las marcas transitan por un camino que parece necesario para mantener rentabilidad en un momento en el que las condiciones de negocio parecen no estar del todo definidas.
Lograr un equilibrio a la brevedad será necesario para no perder más de la cuenta y mantener una relación saludable con sus clientes, quienes ahora prestan especial atención a la responsabilidad que las maras imprimen en su rol como empleadoras.